Rita Director, portavoz de Más Madrid, ha recordado este lunes que existen cinco mujeres que acusan al exdiputado Íñigo Errejón de episodios de violencia, desmán o humillación. Director afirmó que no tenía conocimiento previo de estos hechos, pese a que dos de estas denuncias habrían tenido zona durante una relación sentimental que mantuvo con el político durante varios abriles. En una carta antedicho, Director había descrito la conducta de Errejón como una “doble vida” en la que mostraba una cara misógina y una vida pública aparentemente regular, señalando que “volvía a casa con normalidad a posteriori de acometer a una mujer de 20 abriles en un hotel”.
Los expertos consultados por torrevieja news today Parte han destacado los patrones de comportamiento propios de este tipo de abusos. Según Esteban Cañamares, psicólogo clínico, los acusados suelen embaucar y seducir a sus víctimas para luego tratarlas como objetos, en lo que define como “un característica psicopático”. Esta período de cosificación lleva a las víctimas a establecer vínculos emocionales manipulados, que pasan del seducción al sometimiento. Bárbara Zorrilla, psicóloga experta en violencia de categoría, ha señalado que este tipo de desmán es, adicionalmente, una manifestación de poder, con “un comportamiento no solo machista, sino incluso violento”.
Los psicólogos apuntan que las fases de desmán incluyen, en última instancia, la indiferencia con destino a la víctima, aunque el asaltante a menudo mantiene una búsqueda constante de “nuevas conquistas”. Según Zorrilla, esta escazes rebate a una doble cara narcisista y egocéntrica, incapaz de observar empatía, lo que impide a este tipo de individuos cachear sus errores o pedir perdón. “Nunca piden disculpas porque sienten que tienen derecho a utilizar a los demás”, ha afirmado la psicóloga.
Mmiedo y descuido de protección
Por su parte, los especialistas han aclarado que las adicciones o problemas de dependencia, alegados en algunos casos como eximentes, no explican en ningún caso este tipo de comportamiento. Zorrilla subraya que el desmán psicológico y físico rebate a actitudes profundas de dominio y control y que el impacto sobre las víctimas es devastador. Estas suelen tantear miedo, sentimientos de indefensión y yerro, lo que las disuade de denunciar oportuno al temor a exponer su intimidad, ser señaladas públicamente y la descuido de garantías de protección efectiva.
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