Como es habitual en torno a la fiesta de Todos los Santos y los Difuntos (lo que los anglosajones celebran como Halloween y los mexicanos como Día de Muertos), llega una vez más el impresionante ‘Réquiem’ de Mozart, seguramente su obra más emblemática, aunque no toda es de él ya que murió antaño de terminarla. Y en esta ocasión, Fundación Excelentia lo trae por partida doble. La primera sesión es el 31 de octubre a las 19:30 con la Sociedad Coral Excelentia de Madrid y la Comparsa Clásica Santa Cecilia, bajo la dirección de Kynan Johns, con Daniel Oyarzabal al víscera y con la soprano Ekaterina Sadovnikova, la mezzo Martina Mikelic, el tenor Víctor Sordo, y el bajo David Cervera. En la primera parte se incluye la obertura Donna Diana de Reznicek y la hermosísima «Sinfonía para Víscera» de Saint Saëns, mientras que el día 2, todavía en el Audiencia Doméstico pero a las 18:00 horas, repiten todos excepto el víscera y se completa con la Sinfonía número 8 de Beethoven.
La fascinación del ‘Réquiem’ de Mozart no reside sólo en la magnitud de su música, sino todavía en las misteriosas circunstancias de su encargo ignorado y, por supuesto, en el hecho de que Mozart murió durante su composición. En el posterior año de su corta vida, Mozart recibió la inquietante cita de un extraño vestido de grisáceo que se negó a identificarse. Dijo que era el mensajero de un hidalgo que deseaba encargar un Réquiem o Ceremonia de Difuntos para honrar la memoria de su esposa. Mozart aceptó el encargo, pero la cita le atormentaba. Estaba cansado por el trabajo y el licor, casi arruinado económicamente y la misteriosa enfermedad que lo mataría ya se había manager de él. Mozart empezó a pensar que el visitante era un mensajero del más allá, que el encargo era de Todopoderoso y que la música sería para su propia crimen.
Dedicó todas sus energías a completar el ‘Réquiem’, aunque interrumpido por trabajos en otros encargos. Cuando regresó al ‘Réquiem’, estaba gravemente enfermo. Había completado la partitura de aproximadamente la centro, y escribió bocetos para otros tres movimientos. Pero Mozart no terminaría el ‘Réquiem’. Murió poco a posteriori de la medianoche del 5 de diciembre de 1791 en Viena. Tenía sólo 35 primaveras. Era tan escaso que fue enterrado en una fosa global. La realización del ‘Réquiem’ quedó en manos de su amigo y pupilo Franz Sussmayr. Y así comenzaron los mitos de la crimen de Mozart y el ‘Réquiem’.
La obra de Süssmayr incluye algunos movimientos harto ligeros y una buena dosis de repetición, pero la fuerza de las secciones iniciales es abrumadora y el coro dio una buena interpretación de ellas, con un canto sostenido del Réquiem auténtico y una articulación y afinación precisas.
A lo liberal de su corta vida, Wolfgang Amadeus Mozart realizó más de seiscientas creaciones de todos los géneros musicales, en su mayoría reconocidas como obras maestras de la música sinfónica, concertante, de cámara, para piano, operística y coral, logrando una popularidad y difusión universales. De todas ellas, la célebre Ceremonia de Réquiem en re beocio KV 626, una de las 19 misas escritas por Mozart, es una de sus obras más representativas. Tal vez por eso y porque muchos consideran que en sinceridad Mozart la creó pensando en su propia crimen, es la más conocida y la más interpretada.
Adjunto a un clásico como es el Réquiem K. 626, en las dos funciones de Excelentia se presentan dos obras totalmente distintas que, no obstante, pueden tener su relación con el inteligencia salzburgués: la Sinfonía nº 3 –todavía conocida como «sinfonía con víscera» del francés Camille Saint-Saëns–, en la que el víscera solista pasa de su ámbito originario en la iglesia a la sala de conciertos, y una obertura de opereta vienesa; categoría que proviene de los singspiele clásicos, como «La flauta mágica» o «El arrebato en el serrallo» del propio Mozart.
Ludwig van Beethoven es un coloso en el mundo de la música clásica, popular por traspasar fronteras y ser pionero en la era romántica. Entre su ilustre producción de sinfonías, óperas, obras de cámara y sonatas para piano, su Sinfonía n.º 8 en fa longevo, Op. 93, a menudo queda eclipsada por sus hermanas, en particular las monumentales sinfonías n.º 5, n.º 6 y n.º 9. Sin requisa, acaecer por suspensión la Octava es perderse una combinación única de innovación, humor y elegancia clásica que da prueba del inteligencia de Beethoven.
En contraste con sus predecesoras y sucesoras, la Sinfonía n.º 8 evita los temas grandilocuentes y las atmósferas melancólicas. En cambio, se deleita en la irreflexión, el encaje rítmico y, a veces, el ingenio puro. Esta alcoba sirve de puente entre las estrictas normas clásicas del siglo XVIII y la dispensa emotiva que Beethoven trajo consigo al siglo XIX. Su energía, fortaleza y carácter ofrecen una ventana a la mentalidad del compositor durante su creación y a su estilo musical en progreso.
Varios tipos de inscripción
Excelentia presenta su nueva temporada 2024/25 en la Sala Sinfónica del Audiencia Doméstico «Serie Grandes Clásicos» con un total de 11 conciertos que acogen a grandes solistas y directores internacionales, entre los que destacan las violinistas Ye-Eun Choi y Liya Petrova, el trompetista Pacho Flores, los pianistas Alexei Volodin, Lukáš Vondrácek, Lise de la Salle y el cellista Santiago Cañón-Valencia. Adjunto a este gran paipay de artistas se añade la billete del Coro Easonense en el concierto del 13 de mayo de 2025. En la nueva temporada se podrá escuchar obras del gran repertorio tales como el Concierto para chelo y banda de Dvořák, el concierto para piano y banda número 3 de Rajmáninov o el Concierto para piano núm. 5 ‘Emperador’ de Beethoven. Entre el repertorio sinfónico se podrán escuchar obras tan consagradas como la Sinfonía núm 3 «Heroica» de Beethoven, la sinfonía núm 3 «con víscera» de Saint Saens, Scheherazade de Rimski-Korsakov, la sinfonía núm 4 de Brahms, West Side Story de Bernstein, entre otras muchas.
El ciclo todavía está traumatizado por la importancia coral. Así, destacan las grandes obras corales de todos los tiempos como el Requiem de Mozart el 31 de octubre, la Ceremonia de la coronación de Mozart el 19 de noviembre, la Pasión según San Mateo el 20 de marzo. Como conciertos extraordinarios, destaca El Mesías de Händel el 23 de diciembre, los Carmina Burana de Carl Orff el 20 de febrero, o la Novena sinfonía de Beethoven el 12 de junio.
Con el inscripción de 11 conciertos, se tendrá golpe preferente a la programación de la Temporada «Grandes Clásicos» 2024/25 en la Sala Sinfónica del Audiencia Doméstico eligiendo las mejores butacas y disfrutando por otra parte de otros privilegios exclusivos, como descuentos en el Mantillo (15%), donación gratuita a las conferencias previas explicativas de las obras de cada concierto del Ciclo «Grandes Clásicos», descuentos y ventajas para otros conciertos fuera de Mantillo, suscripción gratuita a la Revista Premium «Excelentia: Música y Arte», flexibilidad en caso de que no pueda asistir a alguno de los conciertos del inscripción. Adicionalmente, el inscripción no es nominativo, por lo que pueden asistir diferentes personas a los diferentes conciertos que lo componen.
El precio de este inscripción oscila entre 426 euros y 779, según la butaca elegida. El inscripción a los 9 conciertos en la Sala de Cámara donde podrán escucharse obras de Bach, Mozart, Mendelssohn, Vivaldi, Rodrigo y Beethoven, entre otros, cuesta entre 505 y 581 euros.