una receta sencilla que solo necesita dos ingredientes


Cuando el mal tiempo y el frío acechan, una de las mejores maneras de sentirse mejor es manducar poco reconfortante y calentito. Existen muchas opciones como un chocolate con churros, un vaso de crema caliente con miel, una buena sopa o cualquier guiso de cuchara para quienes busquen poco más sólido.

Aunque no lo parezca, en los postres todavía podemos encontrar comidas de este tipo que nos ayudan a calentarnos y por otra parte resultan deliciosas.

En este artículo, como se puede observar en el título, te proponemos un postre de origen gallego, en concreto viene de la plaza de Lugo, de la provincia homónima. Se elabora con dos ingredientes principales a los que se le puede añadir otros al satisfacción, pero con los que obtendrás un plato diferente y empachado de sabor.

Como es sabido, las castañas son un fruto propio de la temporada otoñal, especialmente en lugares como Galicia o Asturias. Suelen tomarse asadas o cocidas y resultan un alimento calórico y de sabor agradable que podemos tomar tanto en casa como por la calle al adquirirlas en los puestos callejeros donde las cocinan. Este es uno de los ingredientes principales del postre.

¿Cómo hacer castañas con crema?

Sin confiscación, para el postre que te presentamos las castañas se unen con otro ingrediente de gran popularidad en nuestra víveres: la crema. Así, este postre consiste en mezclar castañas cocidas con crema caliente, y cocinarlas juntas. Opcionalmente se le suele añadir a la crema azúcar y canela o vainica para azucarar y potenciar el sabor de la crema y las castañas.

Todo ello se deja hervir hasta que la castaña quede conveniente deshecha y, en algunas versiones de este postre, incluso se tritura para dejar una especie de puré caliente de castañas y crema. Ahora ya sabes cómo hacer este postre sencillo, módico y valentísimo para los días de frío.

Si nos centramos en el ingrediente principal, las castañas, es importante señalar que, por otra parte de su sabor, todavía aportan mucho a nivel nutricional. Por ejemplo, son una gran fuente de fibra, dan mucha energía, y contienen vitaminas y minerales como el magnesio, el potasio o la vitamina C.

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