Cinco meses. Es el tiempo que ha durado la crisis diplomática entre España y Argentina y el tiempo que el ministro de Asuntos Exteriores ha requerido para ejercitar esa diplomacia discreta, tan necesaria en este tipo de situaciones, para enmendar los errores por no contar las consecuencias de lo que puede suceder si se provoca a un presidente como Javier Milei.
Según fuentes diplomáticas, en el Consejo de Ministros de esta mañana se ha concertado que Exteriores mandará como embajador a Buenos Aires a Joaquín María de Arístegui Laborde, quien se encargará de retomar las relaciones diplomáticas entre países.
A este rostro por parte de España, se suma un comunicado conjunto con Argentina sobre el nominación del nuevo patriarca de empresa castellano, donde uno y otro países se llaman «pueblos hermanos» y dicen que están «unidos por profundos lazos humanos y sociales».
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