A juicio en Ourense por distribuir imágenes íntimas grabadas con una cámara oculta



Fotografías íntimas y vídeos de carácter sexual de exnovias o compañeros de trabajo, obtenidos con cámaras ocultas durante años, son el material que la Guardia Civil incautó en 2020 a un vecino de Santiago, que había residido anteriormente en Ourense, de donde son las víctimas. Material pornográfico que circuló por Internet sin el conocimiento de las víctimas y en el que También aparece una menor a la que presuntamente engañó haciéndose pasar por mujer.

La Corte juzgará próximamente a José Ramón VL, de 51 años y originario de Venezuela. El fiscal exige hasta 29 años de prisión por diversos delitos de descubrimiento y revelación de secretos, pornografía infantil y exhibicionismo.

Los hechos fueron destapados en el verano de 2020 por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil cuando Investigaron una red dedicada a la distribución de material pedófilo en Internet. En Galicia, los agentes alcanzaron la dirección IP de un ordenador situado en Compostela.

Entre sus presuntas víctimas se encuentra una expareja que también presenta acusación particular porque el imputado, desde la plataforma Flickr, supuestamente compartió imágenes y videos sexuales en los que aparece la denunciante y fueron obtenidos sin su conocimiento. En total 182 archivos con 1.464 visualizaciones entre el 11 de abril y el 29 de mayo de 2020. Hay capturas de pantalla de videollamadas desde Skype así como videos grabados cuando ambos estaban en pareja, material distribuido en cinco carpetas con nombres en inglés, además de 133 fotografías. de sus nalgas. Su abogado pide cinco años de prisión por este grave hecho delictivo.

Su ex esposa tampoco estuvo exenta de esta práctica, según el Ministerio Público, con Imágenes obtenidas con una cámara oculta instalada en el baño. o fotografías tomadas directamente de la víctima, desnuda o en prácticas sexuales, así como fotografías de sus partes privadas. En total, 278 expedientes, con 4.144 visualizaciones.

La Fiscalía también sostiene que los imputados, entre 2012 y 2016, instaló una cámara oculta en los baños de la empresa de diseño y publicidad donde trabajaba el imputado en Ourense para grabar a sus compañeros cuando se encontraban en el baño. Estas imágenes aparecieron en un disco externo encontrado en la casa del acusado.

A través de Instagram, En febrero de 2019 contactó con una menor de edad, residente en Ourense, según los investigadores. La convenció para que le enviara fotos íntimas, haciéndose pasar por mujer y dando su primer paso: le envió fotos que supuestamente eran de ella, todas de carácter sexual. La víctima llegó a creer que ambos mantenían una relación sentimental y accedió a enviarle imágenes sexuales. El acusado lo hizo con 140, que compartió en un grupo de Telegram en el que había 177 personas.

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