Un pederasta huido del FBI se ocultó en Barcelona como alumno de un máster


Carlos Blanco, nacido en Cuba y con nacionalidad americana y hondureña, se sentía segura en Valencia. Llevaba doce años dando esquinazo a la justicia estadounidense, que lo acusa de posesión y distribución de pornografía infantil. Después de todo este tiempo, creía que había logrado burlarla. Él estaba equivocado. Se enteró de que habían estado preguntando por él y volvió a hacer las maletas, esta vez rumbo a Getafe (Madrid). Allí A la edad de 71 años, vivía en un piso compartido, sin nada a su nombre, sin siquiera contratar una red wifi para no ser detectado. La UCO lo localizó en esa casa el 29 de marzo y puso fin a su huida de más de una década.

Su arresto fue posible. gracias a la colaboración entre el FBI y la Guardia Civil. A finales de julio fue extraditado a Estados Unidos y compareció ante un juez de Florida. Blanco fue detenido en ese país en noviembre de 2010 acusado de posesión y distribución de pornografía infantil. Formaba parte de una red criminal dedicada al intercambio de archivos pedófilos y fue contactado a través de una dirección IP en su casa cerca de Miami.

Pedófilo “a investigar”

En el allanamiento de su domicilio encontraron gran cantidad de contenido pedófilo. Blanco se escudó en que todo ese material había sido descargado “con fines de investigación”; fue puesto en libertad bajo fianza y tuvo que comparecer tres meses después en una audiencia en la que debía declararse culpable. En lugar de irse, hizo las maletas y desapareció. Desde entonces estuvo prófugo. Pasó once años en Honduras, donde obtuvo la nacionalidad para evitar la extradición, y luego viajó a España, donde fue capturado el 29 de marzo.

Se repite el caso de este prófugo, puesto en conocimiento por la Guardia Civil: personas de origen latinoamericano y nacionalidad estadounidense relacionadas con delitos sexuales que buscan refugio en nuestro país. Las alianzas policiales son la única forma de encontrarlos y entregarlos a las autoridades que los reclaman. Desde la captura de Blanco, el equipo de Justicia en fuga de la UCO ha arrestado a otros dos individuos con un patrón similar y delitos aún más graves a sus espaldas; Al igual que el anterior, están acusados ​​de delitos sexuales contra menores.

«Nosotros no hacemos estas investigaciones sobre el delito que se ha cometido; actuamos a petición del Cuerpo que nos pide ayuda. Nuestra función es localizar al prófugo y detenerlo”, explican fuentes de la UCO. Los fugitivos suelen pasar desapercibidos, llevan una vida normal que dificulta su detección, con medidas de seguridad básicas como no utilizar su identidad.

Cristian Ignacio Feliz, 23 años, y nacionalidad estadounidense, logró camuflar mucho menos tiempo que Blanco. Fue capturado el 21 de junio en Barcelona. Se le acusa de amenazar y coaccionar a un menor a través de una conocida plataforma de mensajería para ‘gamers’ con el fin de grabar material pornográfico de “gran dureza” que luego llegó al mercado. Estos hechos en los que instigó a la niña bajo amenazas ocurrieron en varias ocasiones entre octubre de 2022 y enero de 2023, en el condado de Kalamazoo (Michigan) en Estados Unidos.

El FBI contactó con la UCO de la Guardia Civil al conocer que el prófugo Estaba estudiando un máster en Ciencia y Tecnología Cuántica en la Universidad de Barcelona, lo que facilitó su localización y detención. Había alquilado una casa en la ciudad y cuando lo esposaron aseguró a los agentes que todo era un montaje y que la acusación era parte de un complot orquestado por la familia de la niña en su contra. Un juez de la Audiencia Nacional lo envió a prisión y está a la espera de ser extraditado a su país.

violador de su hijastra

Elvis Espinosa, nacido en Cuba, de 55 años, es acusado por la corte de EE.UU. de violar a su hijastra de 12 años en 2014

El tercer detenido es el autor del caso más grave. Elvis Espinosa, nacido en Cuba, 55 años, Está acusado por los tribunales de EE. UU. de violar a su hijastra de 12 años en 2014. El individuo vivía con la madre y los hermanos de la niña a la que dejó embarazada después de agredirla sexualmente.

Cuando la víctima dio a luz, las pruebas de ADN determinaron que su agresor era el padre, pero al intentar detenerlo se comprobó que había huido de EE.UU. a España.

El FBI contactó de nuevo con los investigadores de la UCO al saber que Espinosa había viajado a Barcelona. Ese fue su primer destino, pero de allí se trasladó a la localidad de Benidorm (Alicante), donde permaneció varios meses.

Sabía que le pisaban los talones y tras esa estancia escapó de nuevo a la isla de Gran Canaria. El equipo de fugitivos de la UCO lo encontró en la localidad de Vecindario, la misma donde desapareció la pequeña Yéremi Vargas en 2007.

Espinosa fue puesto a disposición de la Audiencia Nacional, encargada de las órdenes de extradición. La orden está pendiente de ejecución y mientras tanto, el violador de su hijastra permanece en la cárcel. En los tres casos, la colaboración del FBI y la UCO ha sido fundamental.

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