Los rótulos de históricos bares de Santiago cuelgan en el Reina Sofía


A plena vista, las calles de Santiago ofrecen un espectáculo que muchas veces pasa desapercibido: los carteles que durante el siglo pasado se fijaban en los portales de establecimientos históricos. Fuertes y transversales a las fachadas, muchas van acompañadas de un componente artístico particular y propio de la ciudad. Esto es lo que afirma, en conversación con torrevieja news today, Aldara Cidras, autor de un proyecto, Compostela (etno)gráficaque pretende preservar y dar a conocer este patrimonio y que ya ha conseguido viajar a Madrid.

Natural de Vigo de nacimiento, Cidrás se considera ‘picheleira’ “por adopción” por el cariño que siente por la capital gallega. Historiadora, llegó a Santiago como estudiante hace diez años para comenzar a estudiar la carrera; Tras finalizarlo realizó el Máster en Historia Contemporánea y realizó una tesis doctoral que acaba de finalizar sobre la represión en el conflicto civil y la posguerra que sufrieron las mujeres en Pontevedra. Pero dejó claro que ambos proyectos estarían dedicados “a objetivos diferentes”. y no se cruzarían.

En cambio, la (etn)grafía compostelana nace “de un espacio lúdico” para la autora, que desde que pisó Santiago quedó “abrumada por la belleza del casco antiguo”. En cuarto curso de universidad se llevó a su perro a vivir con ella y, entre paseo y paseo, empezó a “ver” el centro histórico de Compostela “con otros ojos” al darse cuenta de que, gracias a haber protegido la arquitectura de ella, Gran parte de la rotulación se conserva en buen estado.

Porque existen ordenanzas municipales que regulan la conservación de determinadas edificaciones y fachadas, pero las señales “no están protegidas como inmueble concreto”. Es un problema en la capital gallega, que en los últimos años ha visto un aumento en Ritmo de cierre de algunas tiendas y negocios con décadas de historia. “Lo veo y lo sufro”, admite el historiador sobre la gentrificación que ha acabado con muchos de estos negocios. Y, a falta de cualquier tipo de museo o repositorio, con cada cierre existe el riesgo de que se olvide un pedacito de patrimonio local, ya sea porque se pierde rastro del signo durante la mudanza o porque el anterior propietario decide conservarlo. Cidrás lamenta que muchas de estas señales estén “en peligro de desaparecer” y anima al Ayuntamiento a colaborar en su recuperación.

Para configurar su compendio, la autora decidió adoptar un enfoque práctico. Armada con su cámara, instaló su zona de estudio en el casco antiguo y partió. uno a uno, estaba “caminando por todas las calles” y catalogando los carteles históricos que los pueblan. Con ese material recopilado abrió una cuenta de Instagram. (@compostela_etnografica), un repositorio que supone, en sí mismo, un paso adelante en la inmortalización de esas piezas. Pero, lejos de quedarse ahí, el recorrido del proyecto va más allá, figurada y literalmente, con una exposición en el Museo Reina Sofía de Madrid.

De Compostela a Madrid

La iniciativa de Cidrás ha tenido dos impulsos muy importantes. La primera fue una beca que Diputación Provincial de La Coruña destinado a proyectos de investigación; La historiadora presentó su propuesta, “le gustó, funcionó” y empezó a trabajar en ello. El otro, como se anticipó, tenía que ver con un programa de residencia de investigación de la Museo Reina Sofía en el que, una vez más, su propuesta “pasó la selección”, noticia que la autora acogió con sorpresa y gran entusiasmo. Este jueves el museo presentó su exposición, con la que los carteles de Compostela pudieron viajar hasta la capital del estado, y desde entonces permanece abierta al público.

Hay una segunda dimensión del proyecto Compostela Etnográfico. Por el momento, Cidrás ha ordenado su colección de carteles, pero está inmersa en otra tarea que pretende completar su obra. Bajo el mismo paraguas, el historiador dirige esfuerzos “al investigación y documentación« de signos que ya han desaparecido.

Ante la imposibilidad de retratar a protagonistas ausentes, espera que a través de la colaboración colectiva Es posible rescatar a más de uno del olvido. Por lo tanto, ha creado una dirección de correo electrónico. (etnográficacompostela@gmail.com) que pone a disposición de todo aquel que pueda tener información sobre antiguos locales o conservar recuerdos que puedan ser de ayuda en la búsqueda. En definitiva, se busca que todo este trabajo consolide “una investigación sobre la genealogía gráfica comercial en Santiago durante el siglo XX” que, en adelante, también puede convertirse en un recurso.

Porque ese, explica, es un objetivo crucial de su iniciativa: poder Servir de apoyo para futuros estudios. sociocultural. E incluso espera que sirva para “tender puentes con otras ciudades europeas” en las que hay un patrimonio similar y que la señalización empiece a considerarse un bien a salvaguardar. Siempre, insiste, con el impulso del barrio, capaz de “proteger y revitalizar” este “museo en la calle”, dice tomando prestada la expresión del diseñador Enric Satué. Sólo el tiempo lo dirá pero, por ahora, soplan vientos afines para la Compostela (etn)gráfica.

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