Leonor ha jurado hoy sobre el mismo estandarte que había bordado su tatarabuela y que besaron las cinco generaciones que la precedieron.
La princesa Leonor abandonó la formación del batallón 11 de cadetes de la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza. A paso rápido y a ritmo de marcha se acercó a la bandera nacional, se quitó el río de la cabeza y besó la bandera. Detrás de ella, el peso de la responsabilidad adquirida por una Heredera de 17 años. En su memoria, probablemente, las cinco generaciones que la precedieron se encuentran frente al mismo estandarte que ella ha besado. Un gesto con el que confirmó el juramento que había gritado minutos antes junto a sus 409 compañeros y con el que demuestra una vez más cómo, en medio del ruido político, la normalidad de la Corona es garante de la estabilidad. en España.
La bandera con la que más de 29.000 damas y caballeros cadetes han jurado fidelidad a España desde 1886 reposa diariamente en una urna de cristal en una sala de la Asamblea General Anual. Es una insignia encargada de bordar por el Reina María Cristina a los mejores artesanos españoles. Desde la viuda de Alfonso XII Se lo regaló a la Academia, es el estandarte con el que todos los oficiales juran. Y el del sábado ha unido a Leonor con su pasado y con su futuro.
María Cristina y Alfonso XII son los tatarabuelos de doña Leonor. Él Rey Alfonso XIII Él es su tatarabuelo y Don Juan, su bisabuelo. Todos ellos han conocido y contemplado la bandera que hoy ha honrado Leonor. También su abuelo, Juan Carlos I, que juró ante ella en Zaragoza hace 58 años, y don Felipe, que hoy 38 años después de su juramentación ha visto plasmada en su hija la confirmación de que hay continuidad dinástica. Y lo está en manos de una mujer.
Leonor está llamada a convertirse en Reina de España, pero también en la primera capitana general de los tres Ejércitos. Es la cadete más conocida de una academia donde, en su promoción, alrededor del 20% son mujeres. Y su presencia en Zaragoza es una gran publicidad para las Fuerzas Armadas y un referente para las chicas que dudan de si tienen vocación militar, si ellas, como Leonor, podrían hacerlo.
Este sábado cumplió el paso más importante de los militares, el compromiso de dar la vida por España. Algo que les han enseñado a hacer desde la cuna, un sacrificio materializado, en un segundo, a través de un beso.