cuando hay una propuesta me entrego”



Sobran las presentaciones cuando se habla de Loles León (Barcelona, ​​1950). La actriz se ha ganado un lugar con nombre propio en la historia del cine, la televisión y el teatro en España, y sus personajes forman parte de nuestra memoria colectiva. No hacen falta más razones para explicar por qué el jurado de la OUFF lo eligió como Premio de Honor Calpurnia en su vigésimo octava edición.

El premio también reconoce su vinculación con Ourense gracias a su papel en “Sempre Xonxa”. ¿Qué recuerdos te trae el personaje de Minga?

Pues mira, muy bonito y emocionante. Ahora mismo a estas alturas de la vida, después de filmar esa película en ese momento, estoy muy emocionado, con muchas ganas de recibir este premio y compartirlo con todo el público.

¿Fue tu primera película rodada en Galicia?

Sí. Y Chano Piñeiro me gustó mucho, fue un director maravilloso, maravilloso, muy amable, muy cariñoso. Cuando contactó conmigo y me explicó el proyecto cinematográfico me encantó, le dije que sí, que quería ver ese pequeño pueblo, esos rincones gallegos. Conectamos de inmediato, tuvimos las mismas energías y emociones en la película, fue un rodaje muy feliz.

¿Crees que Galicia debería tener más espacio en la gran pantalla?

Creo que sí. Galicia no se refleja en pantalla como merece, debería aparecer en muchas más películas insistiendo en esos bosques tan remotos, tan fantásticos, también en las ciudades… Me encanta venir porque cada vez que descubres cosas nuevas, hay Siempre hay algo nuevo que te sorprende, y que a mí también me gustaría ver en pantalla.

Tu carrera en el cine empezó en los años 80, ¿era ese cine más divertido que el que es ahora?

No es diferente. El cine siempre ha mostrado cómo era el país en esa época, qué se demandaba, qué pedía el público, entonces es diferente. Ahora se siguen haciendo películas de todo tipo, pero lo que más se pide es el cine familiar, porque es mucho más fácil meter al cine a todos: los niños, los abuelos, los cuñados… pasan la tarde allí y disfrutar, entretenerse. Luego hay otro tipo de películas que son más difíciles porque ahora la gente las tiene en casa, en las plataformas. El cine vuelve a luchar, como siempre, por abrirse camino.

¿La situación actual del sector provoca enfado?

Este trabajo es así. En un momento fue el cine el que estuvo súper en auge y el que sufrió fue el teatro, se tuvo que levantar, la gente tuvo que ir allí… Ahora el teatro está muy bien, muy lleno. Tiene algo que no se puede imitar, o vas a verla o te la pierdes, y puedes tener el cine en casa. Es complicado. No quiero que desaparezcan los festivales de cine, son oportunidades para reivindicar ir al cine, a las salas, en las pantallas grandes se pueden ver películas mucho mejor.

Después de tantos largometrajes, series, cortos, obras… ¿Sigues disfrutando de tu trabajo?

Sí. Para mí cada nueva película, ya sea un corto o un pequeño papel, es siempre una gran ilusión. Me encanta, esta profesión es la que le da sentido a mi vida, cada vez que hay una propuesta ahí lo doy todo.

¿Se busca el éxito profesional o simplemente llega?

La búsqueda tiene que existir, es lo que quieres. Al hablar contigo y preguntarte sobre lo que quieres, sobre tus sueños, tienes que ir a buscarlos. Entonces es más suerte o menos, más posibilidades o menos, que te pille en el momento justo cuando estabas ahí y mira que bien… Pero creo que hay que ir a buscarlo. Una actriz que nace en un pueblo pequeño necesita eso, ir a buscar sus sueños donde poder cumplirlos, formarse, trabajar.

En dos semanas se estrena en cines “Alimañas”. ¿Es tu último proyecto?

No, la última es “Padre No Hay Más Que Uno 4”, la comedia familiar por excelencia, la que llena las salas de cine. Y con “Alimañas” pretendemos llenarlas. El reparto lo formamos Jordi Sánchez, Silvia Abril, Carmina Barrios, Pilar Bergés, yo… ahí estamos todos. Creo que el público se lo va a pasar genial.

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