Pepa, más de un siglo de risas en Castro Caldelas



En plena Ribeira Sacra, en Castro Caldelas, un residente local celebra un hito impresionante: 104 años de vida. Josefa Losada Pérez, conocida cariñosamente como Pepa, nació el 30 de septiembre de 1919 y su vida ha sido una historia épica de vivencias, amor y, sobre todo, risas como recuerda su familia.

Es la quinta de doce hermanos, y su infancia estuvo marcada por la alegría y la sencillez de vivir en el pueblo de Santa Tecla con su abuela Xacinta. Sin embargo, en busca de estabilidad, Partió hacia la ciudad de Vigo, donde empezó a trabajar como empleada doméstica.. Fue un comienzo de independencia y responsabilidad que la preparó para las aventuras venideras.

La Guerra Civil Española trajo cambios drásticos en la vida de Pepa. Sus días estuvieron llenos de trabajo y desafíos, pero afrontó cada uno de ellos con una sonrisa en el rostro y un espíritu inquebrantable.

En 1941, Pepa escribiría otro capítulo de su vida al casarse con Paco, “o zapateiro do Castro” como todos lo conocían. Juntos formaron una hermosa familia que incluía dos hijas, Plácida y Nieves. Plácida, la mayor, decidió aventurarse más allá de las fronteras y se fue a vivir a Marsella, mientras Nieves, quien se casó y formó su familia en Castro Caldelas, se convirtió en la compañera constante de su madre. Pepa vive con su hija Nieves, viendo crecer a sus nietos y bisnietas.

Pero Lo que más destaca de Pepa es su espíritu alegre y su amor por la diversión.. La voz de su nieta Iria González sale con alegría y entusiasmo cuando habla de su abuela, destacando que era una mujer tremendamente divertida, teatral y amante de los disfraces. Su vida estuvo llena de momentos que podrían haber sido escenas de comedia. Sus bromas, gestos exagerados y risas contagiosas llenaban cualquier habitación en la que entraba, junto con su afán por disfrazarse.

Este año, Pepa ha pasado más tiempo en la cama, lo cual es comprensible teniendo en cuenta el peso de los años acumulados. A pesar de esto, conserva toda su cabeza, sorprendiendo a todos los que la conocen. Ella reconoce a cada miembro de su familia y amigos con una sonrisa amorosa y hace todo lo posible para cuidar a sus bisnietas.

Sin embargo, Su mayor dificultad para relacionarse con los demás es la sordera. que se ha ido adquiriendo a lo largo de los años. Pese a ello, sigue siendo una mujer de otro mundo, con una fuerza y ​​vitalidad que inspira a todos los que tienen el privilegio de conocerla.

En sus 104 años, Pepa, una maestra en la escuela de la vida, también recibió la visita de la alcaldesa de Caldelas, Sara Inés Vega, y estaba prevista para el próximo año. “Una mujer alegre, vital, querida por todos y fantásticamente atendida por su familia”, añadió la concejal destacando que la longeva Pepa la había reconocido perfectamente.

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