Lo utiliza para cosas puntuales, como ir al banco, ir al médico o a Correos porque una dolencia en una pierna le impide caminar en exceso y “como está todo lejos, tengo que coger el coche. No puedo caminar una distancia de un kilómetro.”. Manifestó que el aumento de la gasolina es algo que no le preocupa: “Con 30 litros me aguanto 2 meses perfectamente. “No hago viajes de más de 20 kilómetros.”
A Rego no le gusta quedarse quieto. Después de una vida intensa, este centenario orensano afincado en Nigrán echa de menos acudir con su vehículo a su ciudad natal, donde está enterrada su mujer. “No puedo ir ahora, sería demasiado. A pesar de Estoy bien, como cualquier otro conductor. Quizás algún día me anime, cojo el coche y me voy a Madrid. “Yo podría hacerlo”, señala Rego con absoluta convicción.
EL PRIMER COCHE
Mira hacia atrás pero no recuerda cuántos años de carné tiene, aunque sí tiene su primer coche: “Tenía uno de los mejores vehículos del mundo, el Mini 500. En un momento en el que para España el retraso en recibir Fueron uno o dos años, un amigo me lo consiguió antes. Tanto es así que aún no había obtenido su licencia”. Algún vecino incluso, por envidia, “quiso comprármelo”, explica, “porque decía que era mucho coche para mí, me ofreció más dinero del que me costó, pero no lo vendí”. .” Sin embargo, la obtención del permiso de conducir era algo diferente a la fórmula actual: “El examinador no me acompañó. Simplemente caminé por un recinto ferial donde me dijo… y aparqué. Lo saqué la primera vez”.
MUY FELIZ
Ahora, con su Renault, declara que está muy contento pero que le irrita que le digan que hay que cambiarlo cuando se estropea. “A mis casi 101 años no voy a gastar más dinero en un coche. A mi me funciona, funciona bien y lo cuido mucho”, dice el conductor centenario.
Rego relata con nostalgia los largos viajes que hacía a bordo de sus vehículos por toda la geografía española. Algo que, ahora, no puede hacer: “Cuando me jubilé me fui con mi Seat Panda a Tarragona y me fue muy bien en compañía de mi mujer. Luego, recorrimos Valencia y Cuenca. Ahora hacer 20 kilómetros es una proeza por mis limitaciones, aunque podría hacerlos”, insiste.
Su edad, sin embargo, es un problema para algunos vecinos que consideran que no está capacitado para conducir debido a su longevidad, aunque: “Tengo formación psicotécnica. Lo hago todos los años. “Es mi turno este mes y no sé si lo aprobaré o no, pero no creo que haya ningún problema”. “Si pasa algo”, asume, Aunque no sea mi culpa, me van a criticar. Y eso me enoja”.
Pero Rego es más que un conductor veterano. Dedicó casi toda su vida a su gran pasión, el deporte. Y en esa pasión también se encontraba el automovilismo: “Fui uno de los fundadores del Equipo Ourense y estuve involucrado en todo lo que pude”. También fue un referente del tiro olímpico y miembro de la comisión de fiestas del Ayuntamiento de Ourense durante nueve años. Además, fue nombrado caballero de la Orden Proscrita de la Legitimidad (Carlistas) en 1934, cuando aún era un bebé. compartiendo honor con personajes ilustres como Ramón Valle Inclán, entre otros. Con casi 101 años, Rego, con vehículo o sin él, afirma que a su edad lo que más le divierte es “cantarle a la vida”… y siempre con una eterna sonrisa.