Génova quería una transferencia de poder tranquila y el propio presidente saliente Carlos Iturgaiz Pidió unidad para presentar una candidatura única en el congreso que se celebrará el primer fin de semana de noviembre en Vitoria. Todo indica que los deseos se van a cumplir y que Javier de Andrés será el único candidato para suceder a Iturgaiz al frente de los Populares Vascos.
Esta unidad la protagonizó el propio presidente saliente la tarde de este miércoles. Cuando apenas faltaban dos minutos para que finalizara el plazo para presentar avales, Iturgaiz acudió a la sede del PP vasco para escenifican su apoyo a De Andrés. En un mensaje compartido en las redes sociales, ha asegurado que es “un honor” para él que su “amigo” le sustituya. Además, se ha puesto a su “total disposición”, como “un socio más”.
El gesto de iturgaiz se produce apenas 24 horas después de que el actual secretario general, Laura Garrido hizo lo mismo. Garrido, que hasta el verano había sido el favorito en las quinielas para liderar la candidatura a lehendakari de los populares vascos, acalló así cualquier sospecha y descartó que pudiera haber varios candidatos en competencia. “En este momento crucial debemos formar un partido fuerte y ofrecer a la sociedad vasca un proyecto ambicioso, cercano y honesto”, afirmó.
El partido, por tanto, cerrar filas en torno a la candidatura de Javier de Andrés que, salvo catástrofe, será el nuevo presidente del PP vasco en apenas tres semanas. También dejará poco después el escaño por Álava que recuperó tras dos elecciones generales sin representación popular en la provincia, para liderar la candidatura en las próximas autonómicas.
“Me gustan los políticos con trazabilidad, y el señor De Andrés lo ha ganado”, afirmó. Alberto Núñez Feijócualquiera hace algunos días. El presidente del PP cree que su figura “está en alza” tras las últimas elecciones y confía en él para recuperar influencia en la comunidad autónoma. Y, como quedó patente durante la sesión de investidura de Feijóo, el PP se ha marcado como objetivo recuperar a los electores descontentos con el PNV, en un momento en el que los nacionalistas están a la baja en las encuestas.