Durante la madrugada del lunes introdujeron agua a presión en las arquetas, desde la sede de la Agencia Tributaria hasta las inmediaciones de la Praza do Ferro. No funcionó. El siguiente intento fue el martes por la tarde, cuando volvieron a intervenir sin éxito: Varios trabajadores intentaron desatascar el alcantarillado con mangueras y otras herramientas durante varias horas del mediodía.
Al ver que ninguna de estas opciones funcionaba, un camión cisterna de Viaqua, que en un principio afirmó que el problema no tenía nada que ver con ellas, volvió a intervenir. Estuvieron allí desde las nueve de la mañana hasta las 14:30.. Además, en horas de la tarde, desde las 16:00 horas, trabajó una cuadrilla del servicio de limpieza, tanto con mangueras como con escobas.
Según algunos de los trabajadores, a quienes no les sorprendió el mal olor, El problema se puede atribuir a la antigüedad del alcantarillado.. Lo mismo que con cada tormenta no evita que las calles se inunden, ya que la red colapsa cuando hace mucho tiempo que no llueve, provocando que el mal olor salga a la superficie.
Los comerciantes de la zona sufrieron las consecuencias durante días, con la consiguiente pérdida de clientes, ya que los peatones no se detienen ante los escaparates. AAlgunos propietarios se plantearon cerrar sus negocios al sentirse “mareados” por el hedor de la calle Santo Domingo. Desde el Ayuntamiento se mostraron impasibles hasta que el presidente del Centro Comercial Aberto, Luis Rivera, reclamó medidas urgentes