El Concejo de Beariz es consciente de un importante incremento del ganado mostrenco en este municipio, lo que está provocando graves problemas a la población. Por esta razón, Las autoridades municipales están aplicando algunas medidas encaminadas a solucionar la situación. Así, desde que en mayo se puso en marcha la captura de caballos, en colaboración con un ganadero de Cerdedo-Cotobade, ya se han recogido 24 animales, que ya han sido limpiados y debidamente registrados.
El teniente de alcalde, Tomás Sancho, señala que todavía quedan muchas más por capturar, así como unas 40 cabezas de ganado vacuno, siendo los ejemplares de mayor tamaño más de 700 kilos de pesolos que más preocupan por las enormes dificultades que supone su captura, traslado y posterior sacrificio.
Mientras que el Consejo espera eliminar los caballos salvajes Tras el acuerdo con el ganadero, para vacas y bueyes, se espera la implicación de otras administraciones, propietarios de fincas y cazadores que sumen esfuerzos para erradicar el ganado mostrenco. En consecuencia, señalan desde el concejo que buscan establecer “acuerdos con autoridades sanitarias “El Departamento de Asuntos Rurales trabajará juntos compartiendo recursos, actualizando procedimientos y proporcionando los medios para llevar a cabo acciones efectivas y una solución duradera”.
Tomás Sancho asegura que los animales suponen un peligro para las personas y el tráfico, especialmente en la OU-212 y la N-541, que no cuentan con protección que impida su acceso, por lo que ya se han producido numerosos accidentes. Los daños se extienden a las explotaciones ganaderas, de las que aprovechan los pastos y pueden contagiar enfermedades al ganado sano, como ocurrió hace años en una de esas fincas y, finalmente, a las huertas y cultivos de los vecinos del municipio.
Otro problema que provocan es la proliferación de actividades ilícitas, con cazadores furtivos capturando a las crías para la comercialización de carne sin control sanitario.
las autoridades municipales Llaman a conciencia social advertir sobre la circulación de vehículos en terrenos comunales y privados para la captura de animales, sobre lo que actuará el Consejo; y también sobre la ubicación de los rebaños.
El problema se ha agravado desde 2014, cuando un ganadero de la zona murió y nadie se hizo cargo de los animales, que quedaron libres en la montaña y han proliferado en O Suido, moviéndose principalmente entre los entornos de O Regueiro, Forcarei y A Lama. . .