El número de viviendas, habitadas y deshabitadas, que fueron apropiadas por personas ajenas a la propiedad varió exponencialmente a lo largo de los años. Según datos del Ministerio del Interior sobre la provincia, los casos se han disparado desde 2019. Aunque entre 2010 y 2018, solo cuatro viviendas fueron okupadas al año -y la mayoría de las veces no superaron los dos-, en 2019 se registraron siete.
Por otro lado, la pandemia no frenó los casos. En 2020 se produjeron ingresos ilegales en siete viviendas deshabitadas y una en una casa que sí lo estaba. 2021 fue peor, cuando fueron okupadas seis viviendas habitadas y ocho viviendas deshabitadas. Por otro lado, los datos del Ministerio del Interior correspondientes a 2022 muestran que hasta noviembre se produjeron 10 entradas a domicilios ajenos.
los incendios
Los incendios en casas no habitadas por sus dueños son un problema común. De hecho, sólo En el último año se produjeron cuatro grandes incendios en viviendas o edificios okupados de la ciudad.. El último se ha producido este martes en O Pino. Un almacén abandonado que estaba habitado por algunas personas sin hogar se quemó por completo, dejando enseres y otras pertenencias carbonizadas.
Por otro lado, en abril las llamas también devoraron un edificio del centro, en la calle Reza. Se cree que ocurrió porque las personas que habitaban la infraestructura habían dejado una vela encendida.
Además, otras dos propiedades se quemaron en enero. Primero, un portal en la calle San Francisco que sirvió de vivienda a un okupa y luego, el complejo deportivo Bamio, donde los transeúntes se instalan de vez en cuando.
Las zonas de Ourense
Algunos de los lugares donde ocurren las okupaciones son los mismos a lo largo de los años, mientras que otros han aparecido desde la pandemia o más recientemente. Entre los más antiguos se encuentran Hernán Cortés, O Polvorín o Covadonga.
Por otro lado, también hay pisos okupados en las avenidas de A Farixa, Zamora y Portugal, A Ponte, O Vinteún, Barrocás, San Francisco o, más problemático, en el barrio de O Couto. Además, entre los más recientes están Celso Emilio Ferreiro y la zona de As Burgas.
Lo que rodea los casos
La Policía Nacional explica que, Aunque en Ourense la okupación no es un problema grave, “lo que les rodea sí lo es”.como incendios o consumo de drogas”, apuntan.
De hecho, los escenarios que se presentan en la provincia están relacionados con personas en riesgo de exclusión social que acuden a viviendas vacías en busca de refugio, ante la falta de servicios sociales para dar cobijo a estas personas durante más de tres días.