Por otro lado, durante la misma mañana se ha producido otro incendio en Lobeira, concretamente en la parroquia de Parada situada junto al Parque Natural del Xurés-Baixa Limia. De hecho, 110 hectáreas de esta área protegida fueron afectadas.
Los de Vilariño y Lobeira no son los únicos incendios registrados en los últimos días en la provincia de Ourense. En Avión, un incendio iniciado la noche del miércoles destruyó unas 71 hectáreas. Se extendió rápidamente y surgieron tres focos en la parroquia de Nieva.
Con todo, este verano la provincia vivió los meses estivales con la menor superficie quemada del siglo. En todo 2023 se quemaron en Ourense unas 900 hectáreas. Esta cifra difiere considerablemente de los 32.000 que se perdieron en 2022.
El Ministro de Medio Rural, José González, confirmó ayer que Los cinco incendios registrados en las últimas horas en las provincias de Lugo y Ourense tienen “sin duda una intencionalidad demostrada” en su origen.
Así lo transmitió durante su visita al municipio de Trabada, donde el incendio ha quemado ya, según las últimas estimaciones provisionales, 1.200 hectáreas.
Según José González, no sólo el incendio de Trabada fue intencionado, sino también los de Vilariño de Conso y Lobeira. También las de Chantada (Lugo), con otras 89 hectáreas; y, especialmente, el de Foz (Lugo), donde se registraron 4 focos muy próximos (que suman 70 hectáreas quemadas), próximos a pistas forestales, y provocados, “todo indica”, “por la misma persona”, que actuó de noche , cuando los medios aéreos no pueden funcionar.
El responsable de Medio Rural señaló que “la gente desalmada” que encendió estos fuegos era consciente de que los incendios causarían “muchos problemas” por las altas temperaturas de las últimas horas y las condiciones del viento. Durante su intervención, también ha hecho un llamamiento a la colaboración entre la sociedad y la Administración “para poder poner fin a esta lacra”.