Fue un hombre que se encontraba pescando submarino quien alertó a los Mossos d’Esquadra tras localizar este viernes 13 de octubre lo que parecía ser un bomba sumergido a escasos metros del espigón, cerca de la playa de Cubelles (Barcelona), en la costa del Garraf. El protocolo se puso en marcha: la Policía Catalana remitió el aviso al grupo de actividades subacuáticas de la Guardia Civil, el GEAS, que confirmó el hallazgo. Ya era hora de avisar a Armadaya que es quien ostenta las facultades de desactivar explosivos en el mar.
La madrugada de este sábado, miembros de la unidad de buzos de medidas antiminas desde Cartagena han llegado a Cubelles. Tras la preceptiva reunión de coordinación en Vilanova i la Geltrú, en la que han participado miembros de todo el Cuerpo para establecer el perímetro de seguridad con la posterior baliza -calculando el peso y la carga explosiva del proyectil-, el buque del GEAS ha trasladado al equipo de artificieros hasta la zona donde el pescador había localizado el artefacto, que se encontraba a cinco metros de profundidad, sobre un fondo arenoso.
con una primera inmersión, han confirmado que la bomba tenía una espoleta -un dispositivo integrado en un proyectil que inicia la detonación de su carga-, es decir, que puede explotar. Primero limpiaron el proyectil, que se abrió, pero probablemente el explosivo se había degradado, según detalla a torrevieja news today el jefe del operativo, el teniente Rafael Carreño, debido a la filtración de agua.
Era una bomba de la aviación alemana, una SD50, también conocida como ‘negrilla’, muy utilizada por la Legión Cóndor durante la Guerra Civil. En este caso, señala Carreño, cargado con varios kilos de TNT. Tras la explosión, los buzos realizaron una tercera inmersión para recoger los restos del fondo marino.
No es la primera vez que los miembros de esta unidad viajan a Cataluña para neutralizar un proyectil. Su actividad se intensifica en verano, al igual que las actividades acuáticas, por lo que los descubrimientos son más frecuentes. En agosto, fue un niño haciendo snorkel quien localizó otro artefacto de la Guerra Civil en las inmediaciones de Cala Morisca, en Sitges (Barcelona). En ese caso, el proyectil, de calibre 76 mm, era una pieza de artillería de campaña -armas de movilidad, capacidad táctica, largo alcance y corto alcance- del Ejército. A continuación, los buzos llevaron a cabo una detonación controlada.
De los cuatro grupos de artificieros submarinos de la Armada que cubren las costas españolas, el de Cartagena abarca desde la frontera con Francia hasta el Cabo de Gata, e incluye las Islas Baleares.