El BNG se ahogó este jueves en que la victoria del PP el 28M en Poio proporcionó una imagen inédita de unidad política en el acto de homenaje y memoria a Alexandre Bóveda ante el monumento de A Caeira, fusilado en 1936 poco después de la sublevación militar. El diputado nacionalista Luis Bará acusó a los populares de realizar una “puesta en escena absolutamente hipócrita y oportunista por la presencia del ministro de Educación, Cultura, Formación Profesional y Universidades, Román Rodríguez. »La Xunta y el PP deben decidir si están del lado de las víctimas o de sus verdugos«, acusó Bará. »Este acto tiene la simbología, con la presencia de distintas fuerzas políticas, de buscar líneas de armonía, de convivencia y que nos permitan dar pasos adelante, sin olvidar jamás nuestro pasado«, respondió la ministra a los medios.
Era, recordó Román Rodríguez, la primera vez que el Ayuntamiento de Poio invitaba formalmente a la Xunta a los actos que tienen lugar cada año el 17 de agosto. Desde hace casi tres meses, el bastón de mando en el municipio de Pontevedra —incautado de la BNG después de casi tres décadas— ha estado en manos del popular Ángel Moldes, que junto a miembros de la corporación local encabezó un acto al que también asistieron el vicepresidente de la Diputación pontevedresa, Rafa Domínguez; el alcalde de Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores; la presidenta y vicepresidenta de la Fundación Bóveda, Amalia Bóveda y Valentín Bóveda, y el presidente de la Fundación Castelao, Miguel Anxo Seixas.
“Seguramente hoy seremos personas con ideas políticas totalmente diferentes, pero estoy seguro de que la figura de Bóveda nos une a todos”, dijo Moldes en su discurso, en el que apeló a “trabajar por lo que nos une sin obsesionarnos con lo que enfrenta”. nos separa o nos separa”. El Bloque no se hizo esperar a escuchar discursos o declaraciones. La mera fotografía que iba a dejar el acto era indigerible para los frentes, y Bará se encargó de verbalizarla, especialmente molesto con la presencia del ministro, sino también con la Diputación —a la que acusó de salir «desde un espacio inexistente de la memoria histórica».
El diputado del BNG, recurriendo a la retórica habitual, acusó al PP gallego de “estar en la misma procesión y en la procesión”, de “colaborar un día y negar el pan y la sal todo el año” al movimiento memorialista, de “intentar mirar bien en una foto el 17 de agosto”. “Por mucho que intente blanquearse y desviar la atención de vergonzosos pactos con la extrema derecha, la realidad es testaruda”, disparó Bará. El PP, dijo, “niega la existencia de la memoria histórica, desprecia a las víctimas del franquismo y a sus familias”. , que se opuso sistemáticamente en las Cortes a la institucionalización del día de Galicia mártir, se opone a la anulación de sentencias y a la rehabilitación de personas como Alexandre Bóveda».
libertad y democracia
Paralelamente, en Poio, el titular de la cartera de Cultura de la Xunta llamó a “empoderar” y “priorizar”, en actos como el de este jueves, “libertad” y “democracia”. Román Rodríguez expuso la condena de “todos los demócratas” a perseguir, despreciar y “mucho menos” quitarles la vida a las personas por sus “ideas”, algo que, señaló, ha sucedido “incluso” en el período democrático, en España. “hasta hace unos años” -por ETA-. “Hay que eliminar cualquier atisbo de totalitarismo, fanatismo e intolerancia”, invocó, también de “desprecio por lo diferente”. Añadir que es “fundamental que todos conozcamos” la “historia”, “lo bueno y lo malo”, para “no repetirlo” en el caso de este último.
Se preguntó al ministro si su presencia en el acto de Poio era sinónimo de un “cambio de humor” como reclama el Bloque o el movimiento por la memoria histórica. Y Román Rodríguez respondió que su departamento ha venido desarrollando sistemáticamente acciones “enmarcadas en la ley de la memoria histórica”. Por un “compromiso personal”, recordó, suyo y de su equipo, se logró algo inédito, como traer a Galicia ‘A derradeira leición do mestre’, de Castelao, que nunca había salido de Buenos Aires y se exhibió en la Cidade da Cultura en Santiago, en Gaias.
“Debemos escapar y huir de cualquier tipo de intolerancia y fanatismo”, insistió, y “recordar siempre nuestra historia” y “cultura”, desde un “respeto innegable”, porque, añadió, “conociéndola, respetándola y honrándola, poniendo en valor, es la mejor manera de que no se repita» cuando se trata de episodios como el asesinato de Alexandre Bóveda y otros.
En la atención a los medios, Rodríguez también se posicionó ante el registro del BNG en el Parlamento autonómico, este jueves, anunciado por Bará, de iniciativas para institucionalizar el día de Galicia mártir como homenaje a las víctimas del franquismo. De paso, dirigirse al Gobierno central para que rehabilite la figura de Bóveda y desarrolle una “política de memoria pública en Galicia basada en los principios internacionales de verdad, justicia y reparación”, añadió.
Sin cambiar de tono, el ministro recordó que esta institucionalización “siempre fue un esfuerzo planteado por una formación política”, en alusión al BNG, y optó en cambio por el “consenso”, para que este día “sea de todos”. “Habrá que evaluarlo con tranquilidad y sosiego y ver si se puede llevar a cabo o no. Más allá de la nomenclatura específica (…), hay que reivindicar la libertad, la democracia y la tolerancia», subrayó.