Iñigo Iruretagoiena, el vizcaíno que ha sobrevivido 45 días con los huaoranis en la Amazonia peruana


La selva amazónica es uno de los entornos más inhóspitos de la Tierra. La elevada humedad y la presencia de todo tipo de animales, muchos de ellos mortales, hacen que sobrevivir allí sea muy complicado. Iñigo Iruretagoiena, un aventurero vizcaíno, decidió pasar 45 días con los huaoranis o waoranis, un pueblo indígena de la Amazonía peruana.

“No quería que me trataran como a un turista. Humedad, insectos, picaduras, bichos…”, explica Iñigo sobre los riesgos a los que se ha enfrentado.

“Vas a comer lo que ellos comen, a lavarte cuando puedas y como puedas… Yo tengo que coger un arma, coger munición y salir a cazar solo”, explica este aventurero vasco.

A 300 kilómetros de la civilización, tuvo que integrarse rápidamente para sobrevivir, una experiencia brutal que el propio Iñigo contó en sus redes sociales.

“Salir a cazar con los #wuaoranis es una experiencia única que se puede vivir en pocos lugares y que con el tiempo… acabará extinguiéndose. Es brutal presenciar el estado de excitación que alcanzan entre ellos al localizar al animal”. , emitiendo diversos sonidos y gritos que aumentan y resuenan en la selva, me resulta muy difícil seguirles el ritmo, más aún cuando llevo conmigo un equipo de filmación en constante contacto con la lluvia, el barro y un sinfín de insectos y cada vez que perderme, tardo un poco en volver a verlos, encontrarlos gracias a los sonidos y gritos que hacen, para ellos la selva es el supermercado, donde van a buscar carne para comer y lo hacen casi al instante, eso Es decir, 20 minutos después de atrapar a la presa, ya está despedazada y en el fuego”, resume Iñigo.

Este aventurero vizcaíno conoció sus costumbres, se encontró con animales salvajes y sobrevivió a una experiencia extrema, que él mismo ha contado en su cuenta de Instagram.

“Llegué con una motivación desbordante e incluso entusiasmo excesivo, que poco a poco se fue apagando, pasando los últimos 20 días inmerso en la depresión y el desinterés por continuar en la selva. Soy de los que tiene la dosis justa. de paciencia. para pasar el día, pero aguanté más de lo que hubiera imaginado, pensando que la situación cambiaría… pero no fue así. ¿Cuántas veces me he ‘quebrado’, estallando en lágrimas de rabia? e impotencia en mi cabaña. También enfermé, con diarrea y fiebre que me dejaron ‘fuera de combate’ durante 5 días, pero aún quería aguantar unos días más, me resistía a tirar la toalla”, cuenta Íñigo .

No es su primera aventura, en 2015 cruzó el Himalaya y recorrió 2.000 kilómetros en pleno invierno y en solitario. Quién sabe cuál será la próxima aventura de Iñigo Iruretagoiena.

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