Se le acusa de utilizar “su situación jerárquica y predominante” para influir en un ex alto cargo
Anticorrupción ha presentado este lunes en la Audiencia Nacional su tesis acusatoria contra Camps en el juicio contra más de una veintena de imputados en el que pide para ellos un año de prisión y seis años de inhabilitación por fraude en concurso con prevaricación, una pena inferior a que originalmente se solicitó.
el fiscal Concepción Nicolás ha expuesto en su informe final una dinámica de “parasitación” y “colonización de las instituciones de la Generalitat Valenciana” mediante la cual la trama Grtel se instaló en la Comunidad “a través de un paciente cero”, Camps, “que se ofreció a marcharse a Valencia” .
Camps está acusado de utilizar “su situación jerárquica y predominante” para influir en un ex alto funcionario, Salvadora Ibarrasy “inducirla” a contratar a la empresa Orange Market para montar un expositor en la feria Fitur 2009, un “contrato personal, ilegal y absolutamente arbitrario”.
Pero también “absolutamente inteligente” porque esta empresa tenía “experiencia”, “prestigio” e “información privilegiada” y, además, “había una razón económica”: se reduciría la deuda de 942.892 euros que el PP tenía con Grtel .
La fiscalía llamó la atención sobre la “intensidad” de Camps a la hora de negar su relación con el empresario. Álvaro PérezEl Bigotes, cuando ya lo reconoció en el llamado juicio de las demandas, en 2012, y ha considerado que quizás debería valorarse como una “contraindicación”.
Este empresario tuvo “acceso” a altos cargos públicos, cenó con Camps, le invitó al bautizo de su hijo, circunstancias, afirmó el fiscal, que invitan a pensar que tuvieron una “cercanía, una proximidad”, una ” relación” que, subrayó, “constituye tráfico de influencias”.
“Toda esta proximidad, este abuso de relación fue lo que hizo posible que Álvaro Pérez, presentado por Francisco Camps, contratara y tuviera acceso a los distintos departamentos y lo que explica buena parte del inicio de la contratación que tenemos aquí. “, afirmó el fiscal, quien añadió que Camps “intervino para eliminar posibles obstáculos”.
El fiscal, que ha criticado el intento de algunos testigos de crear una “posverdad”, ha situado a Orange Market como la “empresa cabecera” de la Generalitat, y ha señalado que cuando se instaló en Valencia, llegó un momento en el que Estaba “contratando naturalmente” a El Bigotes para “congraciar al presidente”.
Ha repasado todas las pruebas que, a su juicio, existen contra los acusados: los informes periciales, las grabaciones o el reconocimiento de los hechos de diez acusados, entre ellos los cabecillas de la trama y varios ex altos cargos de la Generalitat, que llegado a acuerdos de cumplimiento Anticorrupción “válidos” y “absolutamente transparentes”.
“¿Quién vigila a los vigilantes?” preguntó, al tiempo que pidió “no minimizar la corrupción” ante conductas “arbitrarias, ilegales y de prevaricación constitutiva”.