Los conductores que pasaban por el N-232 cerca de Calahorra (La Rioja) se llevaron una sorpresa que no esperaban, y no sólo porque vieron que la vía estaba cerrada por la Guardia Civil de Tráfico.
Dos toros se habían escapado del matadero y, completamente desorientados, salieron a la carretera. Uno de ellos fue inmediatamente atrapado por uno de los operadores del polígono donde se encontraban los animales, pero el segundo obligó a los agentes a movilizarse durante varias horas hasta que, finalmente, pudieron lanzarle varios dardos tranquilizantes hasta ponerlo a dormir y poder regresarlo al recinto.
El hecho se produjo en Perdiguero, en las instalaciones de la empresa Tecnocárnico Valle del Ebro en Calahorra. Agentes de la Guardia Civil, de la Policía Local y del Seprona tuvieron que ponerse manos a la obra para atrapar a las reses, que no se mostraron valientes ni hicieron temer un ataque contra los coches que circulaban por la carretera.
Algunos de los conductores pudieron grabar uno de los jatos (ninguno de los dos tenía siquiera año y medio) pasando entre los vehículos detenidos en una salida de la carretera nacional.
Todo quedó en una anécdota, aunque uno de los toros fugados ha ganado una prolongación de su vida. Aunque el primero fue atrapado con una soga, el que fue sedado tendrá que permanecer unos días esperando a que su cuerpo limpie las sustancias que le inyectaron para que, una vez sacrificado, tu carne es adecuada para consumo humano.
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