La Guardia Civil detiene al sospechoso de violar y matar a puñaladas a la mujer en Cabanas (A Coruña)
Un Citron ZX, la prueba de ADN de un familiar y la pericia de un perito forense, que determinó que el asesino era pelirrojo, llevaron a la Guardia Civil hasta el presunto asesino de Elisa Abruedo, la mujer que hace diez años, a sus 46 años, fue encontrada violada y asesinada a puñaladas en un local de Cabañas. Como has podido saber EL MUNDOEstos tres factores fueron decisivos para Roger Serafín RVquien ahora tiene 49 años, fue considerado el sospechoso número uno del crimen de la mujer en 2013.
La investigación, iniciada por el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de A Coruña, ha contado con la incorporación del Unidad Operativa Central (UCO). En un momento, los agentes pidieron voluntarios de la zona donde asesinaron a Elisa para someterse a pruebas de ADN. No lo hizo el detenido pero sí un familiar, detallan las mismas fuentes. Y a partir de ahí los agentes empezaron a tirar del hilo. Los restos biológicos encontrados en Elisa Abruedo fueron cruzados con este ADN, el cual resultó compatible. Sin embargo, no fue al máximo. Por ello, se determinó que ella podría ser un miembro de la familia.
Un forense dio la pista definitiva: el hombre que buscaban era pelirrojo. Finalmente rescataron la primera evidencia que tuvieron y que siempre tuvieron presente: la marca del auto que un testigo afirmó haber visto la tarde en que ocurrió el crimen.
Se trataba de un Citron ZX, el mismo con el que conducía el sospechoso. Con todas las cuerdas atadas, los investigadores de la Guardia Civil procedieron ayer por la mañana a su detención. Por la tarde registraron su casa.
El crimen de Elisa Abruedo había causado gran conmoción en esta zona de Ferrolterra. Adrián y Álvaro Fernández Abruedolos hijos de la mujer asesinada, mantuvieron abierta la lucha para localizar al asesino de su madre tras su padre y el marido de la víctima, Manuel Fernández Martínez.Murió un año y medio después que su madre, en 2015, en un accidente laboral en el muelle de A Graa, en el Arsenal Militar de Ferrol, al caerle encima parte de la carga de un camión.
Posteriormente lo haría otro pilar fundamental de la familia: el abuelo. En una entrevista con este diario en 2022, Adrin insistió en que mantenía intactas sus esperanzas de que algún día su asesino fuera a prisión porque así se asegurarían de que no volviera a repetirlo. Cuando fue asesinada, Elisa Abruedo tenía 46 años, estaba casada, tenía dos hijos y trabajaba cuidando personas mayores de la zona.
Salí a caminar un domingo por la tarde por el pueblo donde vivía, Lavandeiraen la parroquia de sosa, y aunque habitualmente lo hacía con su marido, esa tarde él había ido a un funeral y ella decidió salir sola. Ella nunca regresó, porque se encontró con su asesino a pocos metros de su casa.
Su familia denunció su desaparición esa misma tarde y se realizaron labores de búsqueda hasta que su cuerpo apareció al día siguiente entre unas zarzas a 500 metros de su domicilio. La autopsia reveló que fue violada y asesinada a puñaladas, de tres puñaladas, sin que nadie viera nada, pues en estos años no apareció ningún testigo que pudiera brindar información sobre el sospechoso, más allá del rastro genético que dejó en el cuerpo de su víctima. La Guardia Civil inició la investigación con una lista de sospechosos con antecedentes, pero todos dieron negativo en las pruebas de ADN y luego realizaron pruebas y cribados masivos, aleatorios y voluntarios.