Agentes de la Guardia Civil de Soria desmantelaron, el pasado martes, un campamento ilegal compuesto por 25 personas, recolectores micológicos, que Se encontraban en la zona ‘Las Cabezuelas’‘, en el municipio de Calatañazor, dentro de la Reserva Natural de Sabinar.
En dicha zona fueron encontrados varios vehículos y fogatas encendidas con el objetivo de pasar la noche en el lugar. Además de efectos personales, se encontraron esparcidas por la zona diversas herramientas y cajas vacías utilizadas para envasar y transportar setas. Estas personas informaron a los agentes que Iban a servir para recolectar rebozuelos al día siguiente para comercializarlos.. Algunas de estas personas habían adquirido licencias recreativas.
La Guardia Civil afirmó que las licencias de recreo dan derecho a su portador a recoger hasta cinco kilos de productos micológicos únicamente para su propio consumo y que la comercialización de setas debe realizarse por operadores autorizados en locales designados, por lo que está prohibida. la compraventa de los bienes recolectados a personas no autorizadas o que únicamente tengan licencia recreativa, lo que garantiza la trazabilidad del producto y por tanto la seguridad alimentaria.
Asimismo, los agentes informaron a los campistas que está prohibida la circulación de vehículos a motor por la vía pública así como acampar fuera de las zonas autorizadas, con el fin de evitar la degradación de la capa vegetal, la dispersión de basura y el peligro de incendio.
El riesgo de incendio forestal Se incrementa con la falta de lluvias, las altas temperaturas de las últimas semanas y el alto valor ecológico del Sabinar de Calatañazor, que alberga algunos de los ejemplares de enebros sésiles más longevos y de mayor altura de la Península Ibérica.
Tras la oportuna identificación de los implicados, con el fin de poner los hechos observados en conocimiento del órgano competente de la Comunidad Autónoma, el dispositivo desplegado por la Guardia Civil desaloja a los acampados, no sin antes limpiar la zona y garantizar la extinción de las hogueras encendidas.
La actuación tuvo lugar en el marco de la operación ‘Espora’ en coordinación con el Servicio Ambiental de Soria para la gestión y control del aprovechamiento del recurso micológico y que se ha ido desarrollando a lo largo del año en la provincia.
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