El incendio de Tenerife afecta a la mayor superficie forestal continua del archipiélago: “El pino canario, que es muy inflamable, está teniendo mucho que ver”
Durante el verano de 2023 hemos visto arder islas mediterráneas como Rodas o Corf, en Greciay un grave incendio en la isla canaria de La Palma que arrasó 2.900 hectáreas en julio. Pero es ahora, a mediados de agosto, tras unas semanas muy calurosas en las que, sin embargo, España sufría menos incendios que otros países de nuestro entorno, cuando el archipiélago canario se enfrenta a su peor incendio en más de tres décadas.
Las altísimas temperaturas que azotan las islas desde el pasado fin de semana, con noches de calor extremo, hasta 33 grados en Gran Canaria, habían teñido de rojo el mapa de riesgo de incendios de esta semana en esta comunidad autónoma. Y los peores pronósticos se han hecho realidad. El incendio, que se desató el pasado martes y sigue fuera de control, ya ha arrasado unas 3.800 hectáreas en Tenerifeuna isla que cuenta con un extraordinario patrimonio natural y alberga especies únicas como el pinzón azul.
Allí, el biólogo vive la situación con gran preocupación. manuel nogalesDelegado del CSIC en Canarias: “Tras más de 48 horas de incendio, la situación es muy preocupante porque es un incendio de muy alta magnitud, sobre todo porque afecta a la mayor superficie forestal continua del archipiélago. El pino canario es tiene mucho que ver, que es muy inflamable”, explica en entrevista telefónica desde La Laguna.
También está siendo “un incendio muy errático por la orografía, que es endiabladamente compleja porque tiene muchos barrancos. Está en la arista este de Tenerife, que es un emplazamiento con orientación norte y orientación sur, y además está afectando a una escala altitudinal extraordinariamente variable: el incendio se inició a 800 metros de altitud sobre el nivel del mar y ahora ya ha terminado . a 1.700 metros”, resume.
Las características atmosféricas de la zona también están siendo un reto. “Los vientos alisios afectan los primeros 600 metros sobre el nivel del mar, pero luego hay una capa de inversión térmica, a 600 metros y más, una contrapartida, que es otro mundo meteorológicopor lo que es muy difícil predecir el comportamiento”, explica Nogales.
Una buena noticia “dentro de este desastre”, agrega, es que “aunque los vientos de montaña siempre están ahí, noo ha habido vientos muy fuertes afortunadamente y las previsiones no son malas en ese sentido, porque el viento siempre te pone las cosas muy difíciles. Lo que sí tememos es que a partir del sábado suban las temperaturas, algo muy peligroso también para los bomberos por los riesgos añadidos de golpe de calor.
Los equipos de extinción de incendios, explica, “están en modo defensa, no ataque, y tiene perfecto sentido porque es un fuego muy traicionero y tienen que tener mucho cuidado. Hay mucha carga de biomasa, materia seca y viva, y esos pinares canarios son realmente explosivos. Entonces, aunque hay cortafuegos, cuando toda esa biomasa se quema, cruza los cortafuegos”.
Por otro lado, Nogales señala que comienza a haber problemas con la calidad del aire: “La combustión de toda esta biomasa produce micropartículas que tienen un tamaño que puede afectar a los alvéolos pulmonares, pero afortunadamente se da en cotas cercanas al Teide, no donde está la gente. Mientras se quede ahí, bien, pero están muy pendientes de calidad del aire”.