Entre esos 203 rehenes Hay ciudadanos de 42 países diferentes. Desde el pasado martes se sabe que en la lista hay un español, Iván Illarramendi, que se encontraba en la zona con su novia chileno-israelí. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí fue el primero en confirmalo y, posteriormente, también lo confirmó el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, al tiempo que pidió su liberación inmediata.
Dan Garcovichél suegro de Iván Illarramendi asegura que “mientras no haya pruebas de que están del otro lado, consideramos a cada persona, no sólo a Iván y a mi hija, los consideramos personas cuyas se desconoce el paradero“Nadie le ha informado que están secuestrados, por el momento.
Sobre todo, confía en que ambos regresarán “sano y salvo”.
“Tenemos esperanza y fe en Dios”
“Mi hija y su marido son mi unica familiaes lo único que tenemos aquí en Israel”. Dan Garcovich no ha tenido reparos en hacer todas las declaraciones necesarias, esperando ayudar de esta manera a recuperar a su familia. El pasado jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel Difundió un vídeo suyo a través de su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter) en el que narra el ataque.
Según relata el suegro del español, él y su esposa recibieron una alarma de disparo de misiles de la Franja de Gaza. Misma alarma que recibieron Iván Illarramendi y su novia. Luego se refugiaron en el salas de seguridad desde sus respectivos hogares en el Kibbutz Kissufim, muy cerca de la frontera.
A partir de ese momento ambas parejas quedaron en contacto telefonico. En un momento, su hija, asustada y nerviosa, les dijo que “a su casa habían entrado personas de todo el mundo”. el habla arabe y estaban rompiendo todo.” Desde ese momento, hasta alrededor de las 12:20, estuvieron comunicándose a través de mensajes escritos, porque la joven tenía “miedo“Para que si hablaba por teléfono la escucharan.
Finalmente, más de 24 horas después, Garcovich y su esposa fueron rescatado por soldados israelíes “con mucha precaución porque todavía había combates en el kibutz, que aún no estaba limpio de terroristas“, pero de su hija y su yerno no han recibido respuesta.
Garcovich confía en que debido a la canal diplomático de los diferentes países “algo se puede hacer” y es muy optimista: “La fe y la esperanza de que podrán regresar sanos y salvos nunca se pierden, nunca se deben perder”.