Miquel Porta Perales: Tajada


el oasis catalán

La tajada que busca desesperadamente Puigdemont: recuperar el liderazgo del independentismo y abandonar así la categoría de símbolo. o jarrón de porcelana

Puigdemont en Bruselas afp

Miquel Porta Perales

18/08/2023

Actualizado a las 13:29

De la posible investidura de Pedro Sánchez gracias a los votos de Junts, todos -partidos y políticos- intentan sacar un trozo. El PSOE y Pedro Sánchez buscan mantenerse en el poder. Por su parte, Sumar y Yolanda Díaz -actriz secundaria- aspiran a consolidar su proyecto político y así derrotar definitivamente a Podemos y resucitar una nueva/vieja Izquierda Unida. Por su parte, el PNV aprovecha la coyuntura para desmarcarse de la derecha con el objetivo de que Bildu -en 2024 hay elecciones autonómicas en el País Vasco- no les tache de derechas y pierda así un buen puñado de votos. . De esta manera, el PNB, un partido de derecha de larga data, se hace pasar por socialdemócrata. El PNV o toma el dinero y corre. Finalmente, a bildu la investidura de Pedro Sánchez le sienta como anillo al dedo. Así se blanquea la fiesta que recoge las nueces de Arzallus y así se obtienen beneficios políticos y económicos para ofrecer al electorado.

con la investidura de Pedro Sánchez A través de Junts, el PSC seguirá enarbolando la bandera de la moderación y la pacificación. Un PSC que se colgará la medalla de protector de Cataluña frente a la derecha y la ultraderecha. La tajada del PSC también llegaría en 2025 -o cuando se celebren- con las elecciones autonómicas. El problema del PSC: Carles Puigdemont no confía en las promesas de Pedro Sánchez. Aunque el PSOE ya ha pedido el uso del catalán en la Unión Europea y se compromete desjudicializar -Traduzco: impunidad- el “proceso” e investigar los atentados terroristas de Barcelona en agosto de 2027 y el caso Pegasus. Por su parte, los Comunes -en vías de convertirse en quién sabe qué- obtendrían las ventajas del monaguillo. Por ejemplo, entrar -solo o acompañado- en el Ayuntamiento de Barcelona.

En el mundo de la independencia, Junts -literalmente a la intemperie- se lleva una tajada de sus votos que han permitido la constitución del mesa de congreso. Pero, si es cierto que Junts atempera su imagen de movimiento intransigente al tiempo que vende una marca que puede competir con la moderada ERC; También es cierto que una parte del mundo independentista le tildará de botifler. Por su parte, ERC se ha topado con un competidor Junts que le obliga a subir el precio de la investidura de Pedro Sánchez. O eso o la subalternidad en el mundo independentista. Lo cierto es que, ahora, Junts -en competencia con ERC- también existe en el Congreso. ¿Algún acuerdo en este sentido entre Junts y ERC? No.

¿Y Carles Puigdemont? La tajada que busca desesperadamente: recuperar el liderazgo del independencia -amnistía y autodeterminación, aunque sea diluida- y así abandonar la categoría de símbolo. O un jarrón chino.


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