El mamífero marino se acercó a la orilla en la tarde del domingo, coincidiendo con la procesión marítima de Portosín. Según los expertos, el animal probablemente fue asustado por los cohetes y el movimiento náutico que provoca la celebración religiosa, por lo que se acercaba a la costa.
Al verlo tan cerca, varias personas que se estaban bañando en ese momento, entre ellos muchos niños, lo acompañaron a unos metros de la orilla cuando vieron que el delfín se acercaba a ellos. Una conducta que fue reprendida por una mujer que decidió llamar a la Policía Local para disuadir a la gente de interactuó con el cetáceo.
Por su parte, desde Cemma aclaran que, efectivamente, no es posible interactuar con estos animales en virtud del Real Decreto 1727/2007, de 21 de diciembre, que incluye sanciones por el mero contacto físico de embarcaciones o personas con el cetáceo o grupo de cetáceos, tal como lo establece el artículo 4. Una ley que busca no sólo proteger la fauna marinapero también a las personas, porque como explican los biólogos, el arroz puede transmitir enfermedades de la piel y los pulmones a los humanos.