«Está cogiendo mucha fuerza, este infierno no lo habíamos vivido nunca»


Pablo Pacheco, vecino de Aguamansa, tiene los ojos fijos en la ladera de pendiente vertical frente a él, mientras mira desesperado cómo una catástrofe nunca vista devora varios kilómetros en una nube de humo que no permite ni respirar. «Es súper grave lo que está pasando», advierte, «a unos 300 metros parece que arde la caldera de La Orotava y la columna de humo es impresionante»»

Espera con preocupación en el cruce, donde él y otros vecinos están siendo informados por la Guardia Civil y la Policía Local”Por si tenemos que salir de aquí con lo que llevamos puesto». Ya sufrió el desalojo de su finca, por prevención, donde tiene casa y animales. “Gracias a los amigos de Benijos pude conseguir 14 cabras, gallinas y cinco perros”, que ahora se encuentran en un espacio destinado a la ganadería a pocos kilómetros de la zona de peligro. Después de evacuar su casa y su granja, ahora se prepara para evacuar su otra propiedad. “Hay una columna de humo bestial, esta mañana los medios aéreos no tenían visibilidad”, expresa en agonía. «Esto es una tontería, soy vecino de toda la vida de Aguamansa, nacido y criado aquí y Nunca había visto algo así en mi vida”.. Habían sufrido focos de fuego en la zona pero el fuego “nunca había llegado a esta ladera”, dijo a torrevieja news today.

“Es una catástrofe muy grande la que tenemos sobre nosotros, no he sabido lo que es dormir durante tres días”. Pablo Pacheco agradece que “la gente haya colaborado muy bien” y les está echando una mano. El fuego, así parece desde la encrucijada de la que sigue el fuego con el corazón en un pullo»No ha llegado a las casas, va por la ladera» pero “es muy peligroso”, porque en esa zona “vive mucha gente”, lamenta.

Suspira profundamente y le dice a torrevieja news today que “esto es lamentablemente lo que tenemos, nadie puede entrar en esta pendiente verticalEsto es espantoso”. En esta fuerte pendiente “solo pueden trabajar helicópteros, ni tropas ni hidroaviones”, por lo que la desesperación se apodera de todos. “Es horrible, solo podemos dejar el fuego a lo que Dios quiera”.

Sólo pide que “se acabe todo, esto es horrible” y aunque agradece que estén “bastante bien informados” y que haya camiones y cubas de Granadilla por la zona para reforzar, no puede evitar levantar la mano hacia su cabeza cuando ve las casas en peligro, incluida la tuya. “Está tomando demasiada fuerza” y solo queda contar con el apoyo aéreo “a ver si nos echan una mano”.

Su hijo, en Brifor, intenta contener el incendio en La Esperanza

“Esto es un desastre, estoy en shock”, confiesa, y apenas salen palabras para describir lo que tiene frente a sus ojos. Aun así, todavía tiene la fuerza para ayudar a su hijo. «Mi hijo Daniel está en Brifor, Ponte a trabajar ya en la zona de La Esperanza » por lo que su preocupación es doble.

Desde la carretera y desde la primera línea donde trabaja su hijo, el fuego le quita el aliento, “esperemos que pronto tengamos buenas noticias, por Dios”, implora.

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