El jueves se batió el récord de precipitaciones con 107,8 litros por metro cuadrado y el Metro del Banco de España se convirtió en una cascada
Las todopoderosas cámaras de los móviles y las (a veces) indiscretas redes sociales han convertido cada día de intensa lluvia en Madrid, como el que regaló el cielo el pasado jueves, en un museo digital de fotografías variadas. Desde entradas de Metro convertidas en cascadas, como la del Banco de España, hasta el géiser de la calle Narváez, pasando por el enclave de la calle Alcalá, donde más de uno creía estar más cerca del río Orinoco que del río Manzanares.
Quizás algunas de ellas tengan su justificación en los datos publicados ayer por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), fuente en la que se basa cualquier dispositivo de seguridad. «El día de precipitaciones del 19 de octubre de 2023 (de las 9:00 horas del día 19 a las 9:00 horas del día 20), fue el más lluvioso en Madrid-Retiro desde al menos 1920. Cayeron 107,8 l. /m²”, detalló el organismo nacional. El récord anterior, de 87 litros, data del 21 de septiembre de 1972. Da la casualidad de que dos de los cuatro días con mayor cantidad de agua en más de un siglo han ocurrido en apenas un mes y medio. Muchos, sobre todo en el Palacio de Cibeles, aún recordaban aquella DANA que, tras un aviso de alerta roja, se coló por la ciudad, pero arrasó algunas localidades de la Comunidad. El aviso amarillo del jueves provocó el récord de lluvia acumulada. El rojo de septiembre, afortunadamente, en un simple destello.
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«Las previsiones que nos trasmitieron, las de aquel aviso amarillo, fueron superadas con creces por la realidad, con récord absoluto de lluvias en la ciudad. Un récord de más de un siglo de historia de todos los récords que tienen en lluvia acumulada en 24 horas. Las previsiones fueron las que eran y pasó lo que pasó”, reflexionó. Inmaculada Sanz, vicealcalde de Madrid y delegado de Seguridad y Emergencias. De nuevo, como ya ocurrió en septiembre, Cibeles susurró en voz alta a la AEMET.
“Es difícil luchar contra esta brecha”
Pero hay preguntas que circulan en el aire. ¿Por qué Madrid está tan inundada? ¿Lo haces más que antes?
Una de las respuestas podría encontrarse en la propia orografía de la capital. el barrio de Pinar de Chamartín Se sitúa a 742 metros sobre el nivel del mar, mientras que el aeropuerto de Barajas, el punto más bajo, se encuentra a 582 metros. En el Plaza del puebloEn el lugar donde antiguamente se encontraba el Ayuntamiento, hay una placa metálica que destaca los 646,4 metros de altitud sobre el Mediterráneo. “Es difícil luchar contra este desnivel y esta orografía”, sugieren en Cibeles. El agua viaja con energía y acaba complicando puntos como la calle Alcalá junto al Banco de España, el avenida de laIlustración de Sinesio Delgado. Son algunos de los vigilados por el Consistorio. Desde el Área de Movilidad destacan esa boca en la misma puerta del Banco de España como zona más conflictiva del pasado jueves.
El Plan de Acción contra Inundaciones del Ayuntamiento de Madrid (PAINUNAM) recoge información en el periodo 2011-2021 sobre el impacto del agua en cada uno de los 21 distritos. Los más embalses se registraron en Arganzuela (30), Latina (28) y Chamartín (26), mientras que Chamberí (9), Retiro (7) y Moratalaz (6) resistieron mejor el impacto de las lluvias.
Durante esas 24 horas del jueves se registraron 276 intervenciones de los bomberos. En comparación, hubo 230 el 3 de septiembre con DANA. Según el Departamento de Obras y Equipamiento, el único túnel afectado (dos horas) fue el ríos rosados. «El impacto sobre los túneles no tiene nada que ver con su ubicación. No hay uno más proclive que otro”, deslizan, al tiempo que destacan la renovación de otros como Ventisquero de la Condesa, Plaza de Cristo Rey o Manuel Becerra (además de Ríos Rosas) como clave para evitar el caos en la jornada con mayor precipitación registrada.Durante el mandato de Carmena, los pasajes O’Donnell, Carlos V, Manuel Becerra y Azca fueron cerrados esa misma mañana de noviembre de 2018.
El jueves circularon por la M-30 1.038.536 vehículos, lo que fue, más o menos, según fuentes de Calle 30, los mismos que cualquier otro día. El mayor impacto se produjo en el punto kilométrico 24,5 (dirección A-1 dirección M-40 El Pardo), como consecuencia de la saturación de los colectores.
La inspección del imbornal
Hay dos términos exóticos relacionados con la lluvia. El primero son los imbornales. Es decir, los desagües que llevan agua al alcantarillado y que muchas veces están protegidos por una especie de reja. Hay 124.000 en la ciudad y, cuando hay alerta por mal tiempo, se revisan unas 400 zonas, prestando atención a las propensas a la formación de charcos. Por ejemplo, los alrededores de la Ronda de Atocha, los del distrito Centro o los cercanos a la Avenida de la Complutense.
La otra palabra es la de tanques de tormenta, todos ellos (36) sorteados entre 2004 y 2010, durante los mandatos de Alberto Ruiz-Gallardón. Además de cuidar la salud del río Manzanares, reteniendo elementos contaminantes, limitan el impacto de las precipitaciones en las calles de Madrid. El de Arroyofresno es capaz de retener 400.000 metros cúbicos.
“Si la DANA hubiera golpeado de lleno la ciudad, como se esperaba, con esos 120 litros por metro cuadrado, el escenario en las calles habría sido escalofriante”, recuerdan con alivio desde el Ayuntamiento, mientras repasan algunas de las escenas del pasado jueves. . Con esas cascadas y esos géiseres. Con estas inundaciones que no son nuevas, solo que ahora siempre hay un teléfono móvil listo y dispuesto a inmortalizar la escena.