Refuerzos de América Latina
La disminución de las misiones se produce en número de efectivos, pero también en dinero recaudado para las Obras Misionales Pontificias (OMP). Una herencia de un particular de 117.000 euros frenó este año la imparable caída de la recaudación para las misiones: las parroquias reducen el dinero enviado en unos 15.000 euros. La Diócesis de Ourense envió este año 260.000 euros a las misiones, aunque es casi un espejismo por la millonaria herencia recibida. “Es un evento específico. Si no fuera por esa donación, no sé qué pasaría. Intentamos generar conciencia”, dice Estefanía Plaza, secretaria de la delegación de misiones. El diagnóstico es claro: “Edades cada vez más avanzadas, menos vocación y los que quieren ir a misión no pueden porque aquí se les necesita”. Plaza añade que “La ironía es que ahora vienen de Latinoamérica a evangelizar aquí.”, ya que la Diócesis acoge cada vez más monjas y sacerdotes de países latinoamericanos. En Celanova, por ejemplo, gracias a la llegada de tres monjas venezolanas, este año se recuperó la congregación de las Siervas de Jesús.
Iglesias, colegios o centros de salud son algunos de los proyectos que se construyen gracias al dinero recaudado en Ourense con las misiones. Los delegados de Ourense están en 30 países de cuatro continentes. La gran mayoría (61) están en América, mientras que hay 9 misioneros en países europeos, siete en África y cinco en Asia.
El perfil de una misionera ourensana es el de una mujer -son la gran mayoría, 58 de 82- que emigró a países latinoamericanos cuando tenía veintitantos años y ya supera los 70. De hecho, el más joven tiene 60 años. Dedicaron toda su vida a las misiones y regresan de vez en cuando a Ourense, donde participan activamente en la reunión anual de misioneros.