Cuando supo que mercería iba a traspasar, decidió pasar de comprar unos últimos artículos, algo en oferta, a quedarse con todo el negocio. “Me entristeció que cerraran y decidí buscar una solución”, dice Santos.
Ahora, dedicado en cuerpo y alma a ‘La Crisálida’, disfruta del negocio como si de un “cápsula del tiempo“Hay muchos artículos que llevan muchos años sin abrir, en el almacén, y es el momento de destaparlos”, explica.
Por eso cada día esta amante del textil comparte la tesoros que encuentras en las redes sociales. Todos los días abre una caja y se la muestra a su más de 200.000 seguidores en las redes sociales: “Acabo de encontrar esta caja y quiero abrirla para ti”, dice en uno de sus videos. Y en ellos, durante varios segundos, muestra aquellos artículos que ya son joyas en la historia de este negocio.
“Por ejemplo, encontré unos broches antiguos, los mostré y desaparecieron de la noche a la mañana”, dice Ramón. Son tesoros que transportan a los espectadores de sus grabaciones, y también a los clientes, a la España de antaño.
Botones de nácar, bufandas italianas., abanicos o velos de masas que esconden casi un siglo de recuerdos y costuras. Ramón Santos, quien ha revolucionado las redes sociales Haciendo uso de la nostalgia y la antigüedad, ya es un ejemplo de cómo promocionar un negocio que muchos habrían pensado que estaba en decadencia. El emprendimiento de este joven y su amor por el mundo textil le han llevado a convertirse en el influencer de costura y, además de seguidores, sus clientes siguen creciendo día tras día.