Muchos vecinos de pueblos de la provincia de Cuenca manipulan una decena de cerdos por habitante. Y no porque sean todos ganaderos, sino porque viven rodeados de macrogranjas porcinas que, lejos de proporcionar riqueza y trabajo a muchos de estos municipios, están provocando graves daños a sus ya maltrechas poblaciones.
De acuerdo a datos del Ministerio de Agricultura recogidos en un informe elaborado el año pasado por Ecologistas en Acción, entre 2016 y 2020 el censo porcino en Castilla-La Mancha aumentó un 20%, hasta superar los 1,7 millones de cabezas. Sin embargo, señalan, “no existe un plan de ordenamiento territorial que regule la instalación de estas granjas y, por tanto, el crecimiento del sector está en manos privadas que imponen sus intereses, desplegando las instalaciones a su conveniencia sin criterios medioambientales ni sociales”. ».
«El desastre ambiental está siendo servido en la provincia de Cuenca: aumento descontrolado de proyectos a costa de los recursos naturales (especialmente agua) y contaminación de los acuíferos y que la supuesta moratoria de la Gobierno de Castilla-La Mancha No se detiene. Pero también un desastre social y económico: la burbuja corre el riesgo de estallar, llevando a la ruina a muchos pequeños promotores en un territorio vaciado más precisamente a causa de las macroexplotaciones. Y todo impulsado por los dueños de los grandes mataderos”, afirma Carlos Villeta, miembro de Ecologistas en Acción de Cuenca.
En su opinión, el único papel de la administración autonómica es la autorización ambiental, pero organizaciones vecinales y ecologistas han denunciado la “falta de rigor” de la Junta Comunitaria a la hora de conceder licencias para la instalación de estas macrofincas. Así lo han corroborado varias sentencias judiciales donde se ha anulado la autorización ambiental integrada otorgada por la administración regional, por no haber seguido el procedimiento legal establecido y demostrar el enorme impacto ambiental de este modelo agroindustrial. El último de ellos fue emitido por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) esta semana contra un proyecto en Huerta de la Obispalía.
En Cuenca se engordan más de 450.000 animales al año (más del doble que todos sus habitantes). Según datos ministeriales, en Castilla-La Mancha se sacrificaron en 2020 más de 4,3 millones de cerdos, de los cuales el 63% fueron en mataderos de Cuenca. Estos datos denotan un marcado desequilibrio entre el censo de cerdos de engorde y la elevada demanda de animales para sacrificio. Es por eso que muchas empresas productoras han impulsado la construcción de nuevas macrogranjas en toda Cuenca, con el fin de reducir los costos de transporte de los animales.
“Ésta es una lucha que llevamos varios años librando”, reconoce a torrevieja news today. Toni Jorge, portavoz de Pueblos Vivos Cuenca, una de las plataformas que recoge el descontento de la ciudadanía con estos proyectos que, aparte de los malos olores, están contaminando las aguas con purines procedentes de excrementos porcinos. Tanto es así que en algunos casos, como en Torrejoncillo del Rey, no pueden consumir agua del grifo porque supera los niveles permitidos de nitratos.
Reciente protesta contra las macrofincas celebrada en Ledaña (Cuenca)
Es por ello que el TSJCM consideró el pasado martes el recurso del ayuntamiento de esa localidad conquense contra la aprobación de la autorización ambiental integrada para una nueva macrogranja porcina en la empresa Hermanos Matas de Huerta SL en el vecino municipio de Huerta de la Obispalía.
La sentencia, de 11 de septiembre de 2023, considera que no se ha valorado el riesgo para el medio ambiente en cuanto al tratamiento de los purines, que debería haber sido estudiado en profundidad y perfectamente justificado, explica la asociación Pueblos Vivos Cuenca, que añade que la El alto tribunal castellano-manchego ha condenado al Ministerio de Desarrollo Sostenible y a la empresa promotora y pone el foco en “el riesgo para los recursos naturales de no evaluar los efectos medioambientales de los proyectos macroagrarios”.
“Omisión de trámites esenciales”
La resolución cita la “omisión de trámites imprescindibles” y que con la autorización aprobada por la Junta Comunitaria “se pone en grave riesgo la calidad de los recursos hídricos de toda la comarca, siendo la documentación aportada incompleta y alterando el juicio previsto sobre la verdadera y presuntos efectos que podrían surgir sobre el medio ambiente de la ejecución del proyecto.
El recurso de apelación, interpuesto por el Ayuntamiento de Torrejoncillo del Reyse basó en que no se había tenido en cuenta la “acción sinérgica” del resto de explotaciones porcinas de la empresa promotora, con un total de cinco granjas en el vecino municipio de Huerta de la Obispalía que suman 22.000 cabezas de engorde. plazas y 2.500 cerdas. .
Se da la circunstancia de que los habitantes de Torrejoncillo del Rey no pueden consumir agua del grifo ya que supera los niveles permitidos de nitratos. Los últimos análisis de junio de 2023 realizados por el laboratorio Labaqua Alicante arrojan un nivel de 81 miligramos de nitratos por litro de agua cuando el máximo permitido por la ley es de 50 mg/l.
Según Pueblos Vivos Cuenca, el problema de la contaminación por nitratos viene desde hace tiempo ya que en noviembre de 2021 los análisis ya arrojaban un nivel de 76 mg/l, datos que se pueden consultar en la página web del Ministerio de Salud proporcionada por el Sistema de Información Nacional de Agua Potable (SINAC).
Desde esta organización recuerdan que en enero de 2018 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ya condenó el Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha por conceder ilegalmente la autorización ambiental integrada (AAI) a otra gran explotación porcina también propiedad de la empresa Hermanos Matas de Huerta SL «El Ministerio de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural se negó a cumplir la sentencia y el Ministerio de Medio Ambiente aceleró los procedimientos para una nueva ICA, lo que significó que en la práctica no hubo un solo día de paralización de la actividad de la macrogranja”, indican.
Se trata de la tercera sentencia condenatoria hacia la evaluación ambiental de la Junta de Castilla-La Mancha, ya que en octubre de 2018 la Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Cuenca En el mismo sentido se pronunció para un proyecto de macrogranja en Cañete. Además de condenar al Ayuntamiento de Cañete por irregularidades en la tramitación del proyecto y a la empresa promotora, que incluso inició las obras sin licencia, cuestionó la evaluación ambiental del Gobierno regional, como en la reciente sentencia del TSJCM.
Otro nuevo proyecto en Ledaña
Sin embargo, el malestar continúa extendiéndose a otras localidades de la provincia de Cuenca, como Ledaña. En este municipio de unos 1.500 habitantes se procesa una nueva macrogranja porcina, diseñada para el engorde de 2.000 cabezas en dos ciclos y medio anuales, que producirá 5.000 cerdos al año. El proyecto se encuentra en fase de iniciación y recepción de documentación, pero ya puedes consultar tu proyecto en el portal del expediente de impacto ambiental de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Cartel contra las macrogranjas porcinas en Ledaña (Cuenca)
Ledaña, recuerda Toni Jorge, cuenta ya con una macrogranja de porcino con 7.200 cabezas y varias macrogranjas de engorde de pollo que suman 567.000 cabezas. “Si se construye este nuevo proyecto habrá una proporción de 6 cerdos por habitante”, se queja el portavoz de Pueblos Vivos Cuenca.
Esta instalación, situada en la zona del Corral de Cañete, generaría anualmente, según sus cálculos, 4.300 metros cúbicos de purines, 14,4 toneladas de nitrógeno, 18,2 toneladas de metano emitidas al aire, además de emisiones de amoniaco, ácido sulfhídrico y anhídrido. . carbónico. Además, estiman un consumo de agua de 7 millones de litros al año, que la promotora ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Júcar y, según consta en el expediente de tramitación, este volumen ha sido solicitado para riego por goteo, por lo que en caso de concederse no debería destinarse a uso ganadero.
A esto se suma que todo el término municipal de Ledaña se encuentra dentro de la zona declarada vulnerable a la contaminación por nitratos por la Junta Comunitaria de Castilla-La Mancha, por lo que Pueblos Vivos Cuenca teme que con la construcción de una segunda macrogranja porcina “la El problema de la contaminación de las aguas subterráneas con nitratos se agravará y afectará en el futuro al abastecimiento de los habitantes, como ya está sucediendo en muchos pueblos que cuentan con explotaciones ganaderas industriales”, denuncian.
Todo ello, a su juicio, “sigue confirmando la inutilidad de la moratoria a las macrogranjas porcinas aprobada en Castilla-La Mancha, que lo único que ha hecho ha sido animar a promotores e integradores a dimensionar las cifras de sus proyectos y esperar la final de los mismos para ampliarlos mediante modificaciones no sustanciales.