Este tipo de situaciones nos ponen ante el espejo de quiénes somos., qué queremos ser y quién nos representa. En los últimos años, la capital de la provincia, como la provincia en su conjunto, ha ido dando signos de perder vitalidad, sin reacción en el horizonte, ni siquiera interés en que todo esto cambie de rumbo.
Diputados del Congreso, senadores, diputados del Parlamento de Galicia, alcaldes, concejales de los 92 municipios, sindicatos, organizaciones empresariales o gremiales y colectivos profesionales parecen estar bajo los efectos del sopor o la autojustificación.
Esto es como un diagnóstico médico: todos sabemos qué patología tenemos, pero si no tomamos el tratamiento no hay nada que hacer. Lo peor es que cuando queremos tomar las pastillas ya estamos desesperados.