El hurto sigue siendo el delito estrella de las grandes capitales como Barcelona. Y es en la superficie y en ese mundo subterráneo que es el transporte suburbano, el metro, por el que viajan cada día un millón y medio de usuarios. Viajeros que también son víctimas susceptibles de ser asaltados descuidadamente en una de las multitudes de las horas pico. Delitos que en los nueve primeros meses del año se dispararon respecto al mismo periodo de 2022 con un incremento del 47,3%, según informó este lunes la emisora de radio Ràdio Estel y confirmó posteriormente este diario.
En esa misma emisora de radio, el inspector Eduard Múñoz, jefe del área de transporte urbano de Barcelona de los Mossos d’Esquadra, aseguró que viajar en transporte público es “seguro”.
La policía cuenta con grupos que trabajan exclusivamente en el metro, en coordinación con el servicio de seguridad privada contratado por Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que gestiona una sala donde se reciben imágenes en directo de prácticamente todos los rincones del metro y de los coches.
Los robos con violencia también han crecido en el ámbito conurbano, con menor intensidad, un 14% respecto al mismo periodo de 2022
Las cifras de criminalidad no son buenas en 2023 en prácticamente ningún tipo de delito. Y aunque hay dirigentes políticos que insisten en que son cifras que hay que comparar con las de 2019, respecto al año anterior, la tendencia al alza tanto de los robos como de los robos con violencia en el metro de Barcelona es evidente.
Hasta septiembre, que es el último mes con datos actualizados, se habían denunciado 10.094 robos en el metro, frente a los 6.852 del mismo periodo del año pasado. Todos los meses de este año, excepto abril, cerraron con más de mil hurtos, siendo febrero el que más denuncias tiene por estos hurtos imprudentes: 1.216.
Las estadísticas son sólo una parte de la realidad, pero no explican todo lo que sucede. Y aunque la tendencia es de aumento general, son cifras que si se reparten entre el millón y medio de usuarios diarios, el resultado es razonable. En el extranjero, en la ciudad, el aumento de los robos es menor, pero también va en aumento. Las cifras son del primer semestre y fueron distribuidas en la última Reunión de Seguridad. Hasta junio, el número de hurtos en 2022 pasó de 42.772 a 50.116 este año, pero aún lejos de los casi 67.000 hurtos reportados en 2019.
Medidas para evitar actos vandálicos en FGC
Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) ha adjudicado las obras para instalar cierres laterales en varios tramos de las líneas y pasos superiores Barcelona-Vallès y Llobregat-Anoia. Se actuará en medio centenar de puntos con el objetivo de prevenir actos vandálicos y mejorar la seguridad. La obra tiene un presupuesto de 728.000 euros y comenzará a finales de año. FGC ha identificado los puntos donde es necesario reforzar la protección para evitar actos vandálicos como el lanzamiento de piedras u otros objetos. Se hará en lugares donde el cierre actual no es lo suficientemente alto, que no tengan vallas de separación o estén deteriorados.
El aumento de los robos con violencia es menor, pero también aumenta un 14%. Hasta septiembre se denunciaron 447 robos con violencia e intimidación, y la mayoría de los incidentes se produjeron en la propia estación, andenes, pasillos, escaleras o vestíbulos. Dentro de los vagones se registraron un centenar de robos violentos.
Una de las herramientas que en los últimos años se ha demostrado más eficaz contra este tipo de ladrones especializados y reincidentes son las órdenes de alejamiento en el metro. Medidas cautelares que se logran con la complicidad de jueces y fiscales y informes policiales especialmente elaborados y complejos.