Treinta y dos agentes de la UIP de La Coruña contra doscientos bomberos quienes reclamaron ante la Diputación Provincial de Orense una mejora de sus condiciones laborales. La manifestación, que contaba con autorización, concluyó este lunes con dos policías heridos, otros dos bomberos heridos y una investigación que sigue abierta. En este punto se trata de identificar a los manifestantes que, en medio del motín y en pleno cara a cara con los uniformados, utilizaron un lanzallamas doméstico en su contra. «Se salió de control y puso en peligro a todos porque al ser un aparato casero implica más riesgo. “La virulencia no se controla y eso es lo que pasó, que la llamarada alcanzó los tres metros”, dijo a torrevieja news today el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Galicia, Roberto González, sobre lo ocurrido en la ciudad dorada.
La denuncia de los agentes, que no estaban preparados para la escalada de violencia que se produjo frente al edificio público, radica en la premeditación detrás de la llamada. «Usaron extintores debajo de las pancartas para dificultar la visión de la policía.“Traían globos con pintura que tiraban contra la fachada e incluso petardos”, reprocha el sindicato, que comparecerá en defensa de los dos compañeros heridos, uno con un hematoma en la muñeca y el otro en un codo. Sobre las intenciones de los manifestantes, González afirma que “querían ocupar el edificio con el uso de la fuerza” y pone como ejemplo que la policía ubicó la valla de control a seis metros de la fachada de la Diputación, en plena calle. calle, y? La presión de los bomberos la movió hasta dejarla en la aceraA menos de dos metros de la entrada.
Respecto a la versión de los organizadores, que sostienen que la tensión fue ‘aumentando’ por parte de los dos órganos, y que desembocó en una “carga antirreglamentaria”, los agentes responden que esta línea de defensa no está apoyada por la imágenes de los altercados que muestran, insisten, que La naturaleza de la movilización no fue pacífica.. “Su objetivo era causar daños materiales”, observa González, quien no oculta que hubo coordinación entre los manifestantes, descartando trasladar la responsabilidad a acciones personales individuales. “Respetamos el libre ejercicio del derecho de manifestación pacífica y la legítima exigencia en favor de los derechos sociolaborales, pero en ningún caso se puede aceptar que el fin justifique según qué medios”, subrayaron ayer desde el SUP.
El día después de los disturbios también fue aprovechado por los organizadores para intentar aclarar la situación. Por parte del comité de huelga de los bomberos regionales, denunciaron que los agentes de las Unidades de Intervención Policial “iniciaron una carga, no sabemos si estaba autorizada, en la que comenzaron a golpear con fuerza a la altura de los manifestantes”. cabezas, de arriba hacia abajo, que entendemos no responden a procedimientos regulatorios”, criticaron a través de un comunicado. En este punto, Los bomberos advirtieron que los dos compañeros heridos -con la nariz rota y un pómulo roto- No fueron las únicas víctimas de la mañana que, sostienen, acabó con “un número importante de lesiones de diversa gravedad en las extremidades superiores de los manifestantes”.
En cuanto al uso de un lanzallamas casero que denuncia la policía, el comité de huelga no tuvo otra opción que reconocer, a la vista de las imágenes difundidas, el uso de este dispositivo. Eso sí, lo limitaron a «desafortunado uso de un insecticida que, tras inflamarse durante su “Los bomberos podrían interpretarlo como una herramienta de amenaza”. La respuesta de los policías fue escueta: “¿Por qué traéis insecticidas y bombonas de oxígeno a una manifestación?”.
Al mismo tiempo que preparan un dispositivo para evitar que imágenes como las ocurridas el lunes se repitan el próximo viernes, cuando esté convocada una nueva manifestación de bomberos ante la Diputación Provincial de La Coruña, el SUP envió ayer un comunicado al Gobierno Subdelegación de la provincia solicitando información. Quieren saber si el responsable de organizar la manifestación fue identificado, como dice la ley, porque entienden que los participantes en dichas reuniones “que causen daños a terceros serán directamente responsables del mismo”. En un intento de relajar la situación, el comité de huelga -que mantiene la reunión del viernes y el próximo 31 en Lugo- condenó este martes “cualquier tipo de agresión” y pidió “mantener la calma” a la hora de exigir mejoras. trabajos que quieren.