Cinco menores ya han sido detenidos previamente por su implicación en los hechos
Se trata de un joven de 19 años y nacionalidad española a quien los investigadores del Grupo de Menores (GRUME) de la Policía han dado su nombre y apellido en el marco de una investigación que permanece abierta y en la que todo indica que sería uno de los principales sospechosos en relación a los hechos denunciados por la víctima.
El sexto niño está, por tanto, perfectamente identificado pero se desconoce su paradero, por lo que las autoridades han girado una citación policial en su contra para que sea detenido lo antes posible.
Cabe señalar que los agentes del Policía Nacional en Málaga El pasado 10 de octubre fueron detenidos cinco adolescentes, todos ellos de nacionalidad española y con edades comprendidas entre 14 y 18 años, por su presunta responsabilidad en la agresión sexual a la menor que había asistido a la celebración del cumpleaños de un amigo.
La fiesta comenzó en un campo abierto de la ciudad donde muchos jóvenes se reúnen en torno a conocidos. “botellas” -término que se acuñó en los años noventa para referirse a las reuniones de adolescentes en la vía pública, donde socializan y beben el alcohol que no pueden comprar en bares y discotecas-. A la reunión habían asistido algunos compañeros del instituto del cumpleañero, amigos y conocidos. Ese fue, claramente, el comienzo de su pesadilla y el primer escenario de los hechos relatados. Al llegar, la víctima aceptó una bebida que le ofrecieron y comenzó a sentir mareos. Se sospecha, aunque no está probado, que le hayan dado alguna sustancia para anular su voluntad.
Luego, según consta en la reconstrucción de lo sucedido realizada por los investigadores, la celebración continuó en el domicilio particular de uno de los asistentes. De allí la víctima se dirigió a su casa. Durante el camino de regreso, dos jóvenes que se habían ofrecido a acompañarla aprovecharon para agredir sexualmente a la chica -todavía bastante aturdida- entre dos coches en una zona apartada.
El Fiscal de menores decretó como medida cautelar el ingreso en un centro de detención juvenil de uno de los cinco menores acusados de haber participado en los hechos denunciados por la víctima y puso a los otros cuatro, también menores de edad, en libertad supervisada hasta la celebración de la audiencia. comparecer y decidir las medidas cautelares a adoptar, han sido especificadas por el Ministerio Público.
Los cinco primeros detenidos, todos de nacionalidad española, tienen entre 14 y 17 años, por lo que, según lo establecido en el ordenamiento jurídico español, pueden ser considerados responsables de su participación en hechos tipificados como faltas o delitos en el Código Penal. Si bien la Ley contempla que no recaen sobre ellos las mismas penas y consecuencias jurídicas que se impondrían por faltas o delitos asimilables a los mayores de edad, se les considera imputables y penalmente responsables de sus actos, si bien se les aplicará un régimen jurídico especial.
Este no es el caso del sexto sospechoso. Ser mayor de 18 años saber juzgar siendo mayor de edad y si se prueba su culpabilidad, recaerá sobre él todo el peso del Código Penal.
Aumento de ataques
El informe anual para 2022 publicado por la Fiscalía General del Estado en septiembre muestra una realidad alarmante: el “muy notable y preocupante aumento” de las agresiones sexuales cometidas por menores de edad. El Ministerio Público ha pasado de investigar un total de 668 casos en 2021 a investigar 974 en 2022. Esto representa un aumento del 45,8% en un solo año y un aumento del 116% respecto a 2017.
La Fiscalía achaca esta preocupante situación a la falta de formación en materia ético-sexual de los jóvenes y al contenido “inapropiado y precoz” de la pornografía violenta a la que tienen acceso.
El Ministerio Público coincide con un amplio sector de la sociedad civil y del ámbito de la salud, desde el que señalan a las grandes corporaciones que producen pornografía online y piden al Gobierno que regule los contenidos a los que pueden acceder los adolescentes.
Estas corporaciones “no buscan educar”, lamenta el investigador malagueño y catedrático del universidad de navarra, Miguel Ángel Martínez-González. Así, para servir sólo a intereses comerciales, ponen a disposición de personas que están en pleno desarrollo contenidos “aberrantes” en los que las mujeres no son más que un objeto, precisan, y enseñan a quienes aún están en formación y carecen de criterio propio. “una sexualidad que nada tiene que ver con la sexualidad real”.