Su discurso comenzó con una condena del ataque.
En su comparecencia, Guterres inició la sesión dedicada a la escalada de tensiones en Oriente Medio denunciando la violaciones “claras” del Derecho Internacional y dirigiendo críticas tanto a Israel como a Hamás.
Si bien condenó enérgicamente los ataques de Hamas, también enfatizó las raíces históricas del conflicto, señalando que los “horribles ataques” no surgieron de la nada y que el pueblo palestino ha sido sometido a una ocupación asfixiante durante 56 años, viendo desvanecerse sus esperanzas de una vida mejor solución política.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Israel ha pedido su dimisión
En respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Eli Cohen, expresó su desacuerdo con términos fuertescalificando las acciones de Hamás de “pesadilla” y acusándolos de crueldad. Hizo una comparación impactante al afirmar que “esta masacre pasará a la historia como algo mas brutal que el Estado Islámico. Hamás son los nuevos nazis“.
Además, Cohen enfatizó la necesidad de la unidad del “mundo civilizado” y argumentó que Israel no sólo tiene el derecho, sino también el deber de defenderse en esta guerra en nombre del “mundo libre”. Propuso que la única respuesta proporcional a los ataques es la “destrucción total de Hamás”, afirmando que se trata de una cuestión de supervivencia.
Cohen aseguró que no se reunirá con Guterres
En señal de protesta por la postura de Guterres en la zona, Cohen anunció en sus redes sociales que no lo conocería. Sostuvo que después de la masacre del 7 de octubre no hay lugar para un enfoque equilibrado y que Hamás debe ser “eliminado de la faz de la tierra“.
El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, también pidió la dimisión de Guterres, afirmando que no puede justificar ni mostrar comprensión hacia acciones atroces contra los ciudadanos de Israel, considerando que Hamás es una organización terrorista declarada.