El invierno demográfico es una estación que se perpetúa en Galicia. Con la matrícula de nuevo ingreso ya cerrada, los colegios comunitarios sólo han conseguido cubrir 15.000 de las 26.000 plazas ofertadas para los más pequeños que empiezan este curso en Educación Infantil. La cifra implica que el 42 por ciento de las plazas para niños de 3 años que debutan en el sistema escolar quedaron vacantes. Desde la Consejería de Educación destacan el importante descenso de la matrícula, que también se extiende a Primaria. El vaciado paulatino de las aulas Es el reflejo de una caída sostenida de la natalidad que arrastra desde hace décadas el crecimiento demográfico de la Comunidad. Hace apenas diez años el número de nuevos alumnos era un 25 por ciento superior, pero el déficit de natalidad empieza a mostrar su lado más amargo. Un día antes de conocer los datos de matrícula, el Instituto Nacional de Estadística ya confirmaba una amarga realidad, empeñado en batir récords. En el primer semestre de este 2023 nacieron 6.826 bebés, unos 37 al día. Las magras estadísticas no auguran tiempos mejores en las escuelas gallegas, que este año se han visto obligadas a reorganizar sus aulas para adaptarse a la nueva realidad educativa. Es decir, cerrar unidades por falta de niños.
Infantil y Primaria son las etapas que más sangría demográfica están sufriendo, con 2.643 alumnos menos que hace un año. La única lectura positiva, breve consuelo, es que el 99 por ciento de las familias consiguió plaza en el centro señalado como primera opción, por falta de competencia. La peor parte se la llevan, sin embargo, las localidades en las que no se ha alcanzado un número mínimo de alumnos para mantener abiertas sus aulas. En concreto, y en base a datos actualizados de la Xunta, habrá tres centros que cerrarán sus puertas por falta de matrícula: el CEIP Torrexallóns de Laxe (una matrícula), el CEIP Pousada Carcacía de Padrón (dos matrículas) y la Escuela Infantil Carnés de Vimianzo (cuatro matrículas). Los más pequeños de estos centros, aclaran desde Educación, “ya tienen sitio en los colegios de referencia de sus respectivos municipios”. En este sentido, los últimos informes nacionales indican que en Galicia el 99,7% del alumnado de Infantil y Primaria dispone de un servicio educativo en el municipio donde reside. Esto quiere decir que solo el 0,3% no lo tiene en su municipio, frente al 1,2% de la media española.
Menos niños, mejores proporciones
La Comunidad Gallega también sale mejor que la media estatal en cuanto a ratios alumnos-profesor establecidos. En el caso de Infantil y Primaria, la normativa nacional establece 25 alumnos por aula, aunque en Galicia el 70 por ciento de las aulas de estas etapas tienen 20 estudiantes o menos. Incluso, califican desde el departamento a cargo, de estos, el 30 por ciento tiene 10 o menos hijos. A ello se suma, subrayan, que la Comunidad Gallega se mantiene a la cabeza en la ratio profesor-alumno, con una media de 9,8 alumnos por cada profesor, frente a los 11,4 del resto del país.
Con estos datos por delante, se mantiene la preocupación por el descenso de nuevas matriculaciones por la Caída del 6 por ciento en el número total de registros, lo que deja 35.577 alumnos en Infantil y 91.390 en Primaria. Mejores cifras muestran las siguientes etapas en las que se mantiene el número de alumnos. En Bachillerato la caída es leve, de apenas 115 alumnos menos, mientras que en ESO hay un ligero ascenso de 960 jóvenes más matriculados.
El inicio del nuevo curso académico, previsto para el 11 de septiembre, traerá también otras novedades, como la desaparición de los centros que diferenciaron a sus alumnos por sexo. En el caso de la Comunidad Gallega, fueron los colegios concertados de Peñarredonda y Montespiño, en La Coruña; y las de Montecastelo y Las Acacias, en Vigo. Los cuatro manifestaron a la Xunta su intención de hacerse mixtos, para adaptarse a la reforma que impide conceder subvenciones a los colegios que segregan a su alumnado por sexo. En total, y en lo que respecta a la enseñanza concertada en Galicia, el nuevo curso contará con un total de 3.990 unidades de estas características, exactamente las mismas que durante el curso anterior, que dan servicio educativo a unos 82.250 alumnos.
quejas sindicales
La publicación de los datos por parte del Departamento de Educación fue duramente impugnada por el sindicato CIG, que ayer a través de un comunicado de prensa denunció la “supresión de 89 plazas y 60 unidades sólo en Infantil y Primaria”. Se quejan de que la Xunta «aplica tijeras indiscriminadamente sin tener en cuenta el mantenimiento de la educación en el medio rural ni aprovechando para bajar los ratios, principales peticiones de la comunidad educativa”. La Xunta, por su parte, tira de datos e insiste en que, pese a dejar por el camino a unos 2.000 alumnos, aumenta el número de aulas para el curso que se estrenará en cuestión de semanas.