Feijóo ha sido presidente de una comunidad con lengua cooficial, como es Galicia, y trata de mostrar una actitud integral y conciliadora hacia los nacionalistas vascos y catalanes. Pero el éxito de ese objetivo aún es limitado. Máxime cuando lo hace en plena negociación entre los independentistas y Pedro Sánchez sobre amnistía y autodeterminación, dos temas inasumibles para el PP.
Pero Feijóo insiste. Lo hace en Barcelona, donde ha anunciado su voluntad de mejorar las relaciones del PP con los nacionalistas. Se trata del nuevo intento de acercamiento, partiendo del supuesto de que los independentistas no sólo son decisivos ahora para la formación de un Gobierno, sino que también podrían serlo en el futuro. Y en ese grupo de partidos al que está dispuesto a acercarse se encuentra el del prófugo Puigdemont, del que ha dicho que, al menos, no le engaña.