Era una enfermedad, decían, incurable. Pero como afirmó tranquilamente el profesor Melton: “Una persona que nazca hoy con diabetes tipo 1 tendrá acceso a una cura definitiva antes de llegar a la universidad”. Y no por nada se recibe el premio Abarca. El profesor llevaba más de una década experimentando con el efecto que las células madre podrían tener en enfermedades como la diabetes. Y como bien señala claramente el premio, estos estudios acabaron dando sus frutos. Trasplantando “células beta pancreáticas” previamente cosechadas y monitoreadas para que generen la cantidad exacta de insulina necesaria, un paciente con diabetes tipo 1 puede implementarlas en su organismo y comenzar a generarlas de forma natural, acabando así con la necesidad de someterse al tratamiento tradicional con insulina, y pudiendo llevar una vida normal. y la vida ordinaria.
Pero este descubrimiento no sólo supone un alivio para tu salud, sino también para tu bolsillo. “Estamos hablando de afrontar un único proceso definitivo en lugar de 40 años de tratamientos con insulina. Este hecho por sí solo justifica el proyecto”.dijo el profesor Melton. Y tiene toda la razón. En un país como España, donde al menos más de tres millones de personas padecen diabetes tipo 1, con sus consiguientes tratamientos, los gastos que debe afrontar la Seguridad Social ascienden a tres mil millones de euros, casi mil euros anuales por paciente. . En países como Estados Unidos, una caja de insulina para una persona sin cobertura médica puede costar hasta mil trescientos dólares.
Si el proyecto continúa como está previsto, será la primera vez en la historia que se comercialice a gran escala un tratamiento con células madre. Hasta ahora, una solución definitiva a una enfermedad sólo podía ser amortiguada y abierta al público en general. Un más que merecido ganador de la tercera edición de los premios Abarca.