Los árboles de O Barco, bajo una estricta revisión



El pasado lunes 23 de octubre Un ramal de considerable tamaño cayó en la orilla del río del Malecón de O Barco, frente al jardín botánico. Hace una semana, el 18 de octubre, otra rama cayó, esta vez en el propio jardín botánico, debido a la lluvia y fuertes rachas de viento, y La Policía Local acordonó la zona para evitar mayores daños. A principios de verano, el pasado mes de junio, un álamo entero cayó en la orilla del río, encima del camino que recorren cada día decenas de personas. Lo hizo de noche y no hubo heridos personales, lo que era muy posible si el incidente hubiera ocurrido durante el día.

El quejas de los vecinos del pueblo no han tardado en suceder, la sensación de inseguridad en algunas zonas es el principal motivo, “porque en cualquier momento puede caer una rama y atraparnos debajo”, dice uno de ellos, que suele pasear a su perro precisamente por el camino de ribera habilitado para ello.

La altura de los árboles es, en la mayoría de los casos, un problema. “Somos muy conscientes de los árboles más altos. A algunos tenemos que recortarles la corona para que no sigan creciendo en exceso”, explicó Alfredo García, alcalde de O Barco. “A partir de noviembre tenemos podas programadas, como todos los años, pero estamos revisando árboles así que vamos a empezar ya para que no causen más contratiempos”, aseguró. Pero el problema no radica sólo en la altura, sino en la salud de la planta; Si se trata de álamos, “el mal estado en el que se encuentran debido a la micosis“, provoca que el árbol se coma literalmente por dentro y no pueda soportar el peso de sus ramas”, señala Miguel Neira, concejal de Jardines. De ahí que asegure que “no hace falta una tormenta para que caiga una rama”, el hongo hace que sólo la corteza sostenga la planta y que esta pueda romperse con el más mínimo viento.

álamos

Los chopos son árboles que ocupan las orillas del río Sil a su paso por el Malecón de la localidad. Cada año, ramas e incluso ejemplares enteros caen al suelo a causa de esta enfermedad. Por eso el Ayuntamiento explica que ya han “localizado más de diez árboles que no están en buen estado, por lo que ya tenemos autorización de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil para talarlos”, explica el concejal local.

García también habla de una revisión general ya que no sólo los chopos están en el punto de mira, “Estamos revisando todos los árboles susceptibles de enfermarse. o que puedan entrañar, como por ejemplo una palmera del colegio Divina Pastora que puede tener algún peligro, por eso estamos decidiendo si la podamos o la cortamos directamente, porque hemos aprendido que genera algún problema.” Y el ayuntamiento está Lo tiene claro: “Soy un defensor de los árboles, pero cuando suponen un peligro para las personas tenemos que establecer prioridades”, afirma Neira.

Otro foco de preocupación surge cada año y desde hace algún tiempo, los jardines de la Casa Grande de Viloiraen la zona donde hay precisamente un patio de juegos que recibe continuamente a niños de la escuela cercana, donde han caído grandes ramas de los plátanos centenarios plantados a lo largo del camino de entrada. En ese caso, es la altura de los ejemplares lo que preocupa a los vecinos; La poda es lo que ha mantenido la seguridad.

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