En el caso de Ourense, según fuentes del Ministerio de Política Social, aún está pendiente. desbloquear la autorización del Consejo realizar los trabajos previos de retroceso de la línea de alta tensión y traslado del centro de transformación de la parcela. Política Social presentó la solicitud de autorización el 3 de febrero, pero desde entonces los trámites burocráticos están pendientes. El 27 de marzo el Ayuntamiento envió un informe técnico que afectaba a otro departamento, el de Infraestructuras y Movilidad. El pasado 19 de mayo Política Social respondió con el informe técnico requerido para continuar con la tramitación del expediente de autorización municipal.
Dos meses después, en julio, Política Social licitó estas obras de retroceso por 152.948 euros, que ya está en fase de adjudicación por un importe ligeramente inferior: 136.122 euros. Por tanto, sólo queda obtener la autorización municipal para realizar la obra, pero en las últimas semanas se ha producido un nuevo revés. Y el 12 de septiembre, el Ayuntamiento envió otro informe técnico en el que solicitaba a Política Social solicitar autorizaciones a otros organismos: el Ministerio de Transportes y Movilidad (propietario de la N-120) y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil.
Pasos futuros
Una vez que se autoricen y comiencen los trabajos preliminares de preparación del terreno, habrá más pasos. Aunque la Fundación Amancio Ortega ya tiene redactado el proyecto, será necesario solicitar la licencia municipal de construcción para construir el centro residencial. La Xunta espera empezar”antes de terminar el 2023”, dijo el trabajo anterior.
En cualquier caso, las obras del centro no comenzarán hasta 2024 y No estarían terminados hasta prácticamente 2026, teniendo en cuenta que el plazo de ejecución sería de 18 meses. Está en juego una inversión de 12 millones de euros para un complejo residencial para personas mayores con más de 120 camas y que empleará a 110 personas.