Sara Baras lleva más de cinco horas recibiendo medios de todo el mundo, pero mantiene su sonrisa sin asomo de cansancio cuando nos recibe. Nos cuenta que “llegó el momento de rendir homenaje a quien dio mucho por el flamenco y eso, además, significó mucho para mí. “Nos conocimos en Japón cuando yo no tenía ni 20 años y fui a bailar allí”. El anécdota más divertida con el genio algecireño estuvo en una actuación suya en Tokio, Japón.
“Estaba con otros bailarines y conocíamos muy poco a Paco. El caso es que fuimos al teatro y le dije al portero que era sobrina de Paco de Lucía y que me estaba esperando. El portero japonés me dijo que no”. Le dije que me mirara a los ojos, que no estaban rasgados como los suyos y que eran como los de Paco”, se ríe Sara. “Pero nada. Insistí en que soy su sobrina”, y de repente “apareció Paco de Lucía y dijo: ‘¡Sobrina!’ I Quería morir, que la tierra me tragara.. Le dije: ‘lo siento maestro, lo siento’. Bueno al final pasamos todos y nos trató fenomenal. Ahí es donde empezó una gran amistad. Siempre que nos veíamos él me llamaba ‘sobrina’ y yo lo llamaba tío”.
El secreto del éxito
La bailarina triunfa ahora en todo el mundo con numerosos premios, pero sus inicios fueron muy duros. “Fui a bailar a Japón cuando tenía 16 años. Entonces no era como ahora. Ahora vas a Japón y comes tortilla de patatas con jamón; antes, comida japonesa y muy cara. Fue duro, tenía hambre y me hice un muchas actuaciones seguidas.” Aún reconoce que la endureció como bailarina y como persona.
Sin embargo, captó el placer de viajar. Para ella es un placer haber visto tanto mundo y haber actuado en los principales teatros del mundo, desde la Ópera de Sydney hasta el City Center de Nueva York. “Sólo me falta el Teatro Colón de Buenos Aires y el Esfera de Las Vegas. En ese lleno de pantallas me gustaría actuar”, admite.
Sara Baras inicia la gira en el Teatro Real de Madrid – de hecho, el primer artista flamenco que actuó en este templo de la ópera fue Paco de Lucía. Y lo hace con ilusión. ese es uno Clave del éxito. Pero sobre todo nos dice: “trabajar, trabajar y luego trabajar. También mucha suerte y se agradecido. Saber que todo es cuestión del equipo y que hay que cuidar a las personas, no sólo al equipo”.
En este sentido, Sara Baras recuerda que en sus inicios, cuando viajaba por el mundo, recibía el cariño de quienes viajaban con ella y de estrellas con las que coincidía. “Alejandro Sanz, Plácido Domingo, Antonio Banderas, todos ellos, todos los españoles que conoces y que son grandes estrellas, se desviven por ser españoles y artistas. Eso lo he aprendido de ellos”, afirma. “Hay que ser agradecido y generoso”, aclara.
Orgullosos de ser ‘marca España’
El palmarés de Sara Baras es uno de los más extensos para una artista española. Recibió la Medalla de Oro al mérito en Bellas Artes, el Premio Max de Artes Escénicas, la Medalla de Oro de Andalucía y, sobre todo, dos: la Premio Nacional de Danza de España y el Lawrence Olivier de la Danzaun premio otorgado por el Gobierno británico y que supuso el reconocimiento internacional -y del Imperio Británico- a una artista flamenca que además cautiva a Londres con sus tacones y su arte.
Por eso Sara Baras se siente honrada de haber sido nombrada ‘Marca España’: “Es un honor y una responsabilidad. Un orgullo que te hace ser más cuidadoso y respetuoso con lo que dices, con tu actitud, con cuidar los valores”. que son muy importantes”.