el Centro tiene hasta 8,5 grados de diferencia con la periferia


Nuestras ciudades se están calentando. Se proyecta que, para 2050, el número de ciudades expuestas a una el calor por encima de 35 grados se multiplicará por tres. A esto se suman las cada vez más frecuentes olas de calor que sufren millones de personas, que provocan problemas de salud e incluso la muerte. De hecho, se estima que en 2022 la cantidad de muertes asociadas con el calor extremo eran 61.000 personas.

La causa principal de esto: el llamado efecto ‘isla de calor urbano’, un fenómeno meteorológico que provoca una temperatura más alta en las ciudades que en sus alrededores, debido principalmente a la actividad humana. Y en algunas ciudades estás diferencias de calor entre el centro y la periferia se notan más.

El estudio se ha centrado en estas diferenciasInstantánea de calor urbano‘, elaborado por la consultora de desarrollo sostenible Arup. Ha localizado las seis ciudades del mundo con mayor efecto ‘isla de calor’, donde Madrid ocupa el primer puesto.

La principal herramienta de análisis: UHeat

Para desarrollar este estudio, Arup utilizó la herramienta de análisis digital UCalorque evalúa la diferencias de temperatura entre barrios durante el día más caluroso de 2022.

A través de UHeat se utilizó Inteligencia artificial (IA) e imágenes satelitales mapear las fuentes de calor más extremas en los 150 kilómetros de cada centro urbano de las ciudades de Madrid, Bombay, El Cairo, Londres, Nueva York y Los Ángeles.

Los resultados del análisis revelaron que Madrid era la capital que más variaciones térmicas registraba entre las zonas más urbanizadas y la periferia, con una diferencia de hasta 8,5 grados. En cambio, en Bombay hay una diferencia de 7 grados, y en Nueva York y Londres de 4,5 grados.

Posibles Causas

El estudio señala algunos de los factores que pueden estar generando el efecto ‘isla de calor’. En primer lugar, la densidad de la vegetación, ya que en la mayoría de las ciudades los lugares más cálidos tenían menos del 6% de cobertura vegetal, a diferencia de los más fríos, con un 70%.

En el caso de Madrid, el centro urbano tuvo una temperatura 8 grados superior a la del Cabañauna zona situada a poca distancia y con 72% de vegetación.

Esta escasez de vegetación en las ciudades, presente en zonas como parques o terrazas, impide la evaporación del agua de las plantas, lo que bloquea el descenso de las temperaturas. Y, aparte, la ausencia de árboles provoca un mayor calentamiento del suelo, ya que no hay sombras que lo cubran.

Además, la noche es un pico de calor para las ‘islas de calor’. El posible origen está en la liberación a la atmósfera de la energía térmica retenida en los materiales de construcción, como el cemento. Y este efecto nocturno puede ser un grave riesgo para la salud, ya que puede causar problemas para conciliar el sueño (aumento del estrés) y afecta, sobre todo, a niños y ancianos. En la zona estudiada de Madrid se ha descubierto que 313.000 ancianos y 178.000 ancianos viven en un punto caliente de 7 grados o más.

La solución a la “isla de calor”

Para empezar a paliar el efecto ‘isla de calor’, la directora de servicios de clima y sostenibilidad de Arup en Europa, Susana Saiz, asegura que el reto del urbanismo es “pensar creativamente“.

Esto implica desplegar el el potencial de la naturaleza estratégica y creativamente en las ciudades, como plantar árboles o instalar estanques o lagos.

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