El Barça tenía el Clásico en sus manos, con una primera parte de superioridad encarnada en la que el pesar fue ver puerta una sola vez. Marcó para el Barça y tuvo dos ocasiones clarísimas que se fueron al palo. Allí, ante la falta de acierto, dejó escapar al equipo de Xavi este Clásico ante un Real Madrid al que su diamante bellinghamtocado por una varita dorada, rescatado con dos garras.
El Real Madrid remontó un Clásico con dos partes muy diferenciadas. Y si El Barça fue mejor durante más minutos, el Madrid fue más efectivo. Primero, con un golazo de Jude Bellingham desde fuera del área, con potencia imparable y precisión de cirujano. Y, después, con esa ‘flor’ que tiene el británico en este momento, marcando a placer tras un toque impreciso de Modric que, sin querer, asistió a su compañero ya en el tiempo añadido para que comenzara el partido, sin margen de reacción. blanco.
El año pasado, el ya no blaugrana Franck Kessié le dio el Clásico al Barça (2-1). Esta vez, el guión era similar pero con el protagonista disfrazado de antagonista y viceversa. Y Bellingham, que se ha ganado el cielo blanco con esta actuaciónrescató a su equipo, lo salvó de la quema y permitió que sus compañeros se fueran al vestuario sabiendo que eran líderes, aún empatados con un Girona FC que sigue imparable.
No hubo final feliz para el concierto que el Barça preparó para la visita de sus falsas majestades de los Rolling Stontes. Y el Barça fue superior, pero mucho, en una primera parte en la que tuvo el balón, con mesura y determinación para dar siempre el pase corto de más y no arriesgar salvo en las posibles ocasiones claras, que tuvo.
El Real Madrid, encerrado, no tuvo esta vez posibilidades de salir al contraataque con Vinícius o Rodrygo y Jude Bellingham, muy bien marcado por Gavi pese a la diferencia física, le costó tocar el balón en la zona de peligro. Pero con el paso del tiempo y la Colapso físico de un Barça mermado por las lesioneshizo que el Madrid tuviera más balón, encerró al Barça y le acribilló con pocas pero contundentes y acertadas ocasiones.
Antes de la debacle, más allá del gol de Gündogan, el canterano Fermín López -brillante en el juego posicional en su primer Clásico- mandó un balón al palo, João Félix y Alejandro Balde explotaron la banda izquierda y obligaron a Dani Carvajal a redoblar esfuerzos. El Real Madrid sólo contó con un disparo del propio Carvajal al lateral de la red y un disparo lejano del central Antonio Rüdiger. Todo parecía controlado y encaminado para el Barça.
El batalla táctica La victoria inicial la consiguió Xavi Hernández, que supo gestionar bien la sorpresa que trajo el sistema de Carlo Ancelotti. El Barça salió con su habitual 4-3-3 pero en ataque Balde ascendió a placer por la banda izquierda y el equipo se quedó con 3 centrales. El Real Madrid, en cambio, puso a Dani Carvajal como sombra de João Félix, en el marcaje individual, y se convirtió en tercer central con Valverde como lateral derecho.
Con estos dibujos ganó el Barça. Y lo hizo desde la posesión, buscando a João Cancelo desde su posición de extremo, viendo cómo Ilkay Gündogan se convertía en el mejor de los jugadores de Xavi. Los entrenadores suelen decir que hay que estar bien en todos los aspectos para ganar y el Barça lo hizo, dominó y se fue al descanso con ventaja.
Y, nada más comenzar la segunda parte, tras un disparo alto de Rodrygo, el central blaugrana Iñigo Martínez mandó al palo un cabezazo tras un córner sacado por Fermín López. Segunda madera para un Barça que dominaba, que estaba mejor asentado en el verde pero que vio un ajustado y peligroso 1-0 en el marcador, incapaz de poner más terreno en el camino respecto al Real Madrid.
Fue el gran ‘pero’ del Barça; no marques más. El Real Madrid, que suele estar cómodo en estos escenarios, esperó y esperó y aprovechó su mayor físico para acabar ganando. Eso sí, respiró con un cabezazo de Iñigo Martínez al palo tras un córner en el minuto 50. Una ocasión que bien pudo ser el 2-0, pero el primer gol de Ilkay Gündogan en el minuto 6, aprovechando dos errores defensivos blancos para batir a Kepa, se convirtió en el único gol ‘culer’.
El Real Madrid fue más peligroso en la segunda parte, siempre desde lejos. Pero el FC Barcelona, que estaba bien posicionado, se confió y se fue un poco atrás. Toni Kroos, Tchouaméni y finalmente Jude Bellingham intentaron el tiro lejano y el inglés lo hizo de maravilla para fusilar a Ter Stegen y empatar el Clásico en el minuto 69. Fue sólo el segundo disparo a puerta, pero imparable.
Ahora, los blancos y el Girona tienen 4 puntos de margen sobre un Barça que podría pagar caro, a nivel anímico, este Clásico. Verse superior y mejor y acabar derrotado, en casa, en un duelo que al final sólo estuvo igualado en potencia y ocasiones, debe ser duro. Pero el Barça notó el declive físico que llevó a Fermín López a ser cambiado, o a ver entrar a Robert Lewandowski con el alta médica recién recibida pero sin poder aportar nada, al igual que Raphinha. Este Clásico llegó demasiado pronto y el Madrid lo aprovechó para ir más lejos y marcar.
Un clásico limpio y del rock and roll.
Apenas hubo jugadas polémicas en un Clásico con juego limpio. De hecho, blaugranas y blancos mantuvieron pocas conversaciones con el árbitro Gil Manzano. Eso sí, a la media hora de juego la cosa se calentó un poco cuando una posible falta no sancionada a João Félix coincidió con una sobreactuación de Vini Jr, que se enfrentó al cuarto árbitro y a Xavi que le tocó la cara con ambas manos para pedirle que siguiera adelante. cálmate
Más allá de esta acción concreta, el Clásico fue un concierto de ‘rock and roll’ sobre el césped, con acción creciente y dejando los éxitos para el final. Primera parte totalmente blaugrana, segunda parte más blanca que ‘culer’. Y todo ello bajo la atenta mirada de Roonie Wood, Matt Clifford y Mick Jagger, tres de los Rolling Stones que disfrutaron de un ‘concierto’ con su famosa lengua fuera y el nuevo disco ‘Hackney Diamonds’ anunciado en Montjuïc.