Sostiene que para atender adecuadamente a estas personas se necesitan servicios que faltan en este municipio de 1.767 habitantes.
El Ayuntamiento de Corús Sobrado dos Monxes Estaba entre las localidades gallegas en las que el Gobierno prevé asentar a 400 inmigrantes llegados a Canarias. El plan era acoger a 40 personas durante un mes en el monasterio local, pero el alcalde, Lisandro Santosdel PSOE, él se niega y ya da por hecho que no vienen aquí. La razón: una cuestión de capacidad, de logística. Y es que en Sobrado sólo viven 1.767 personas y no tiene capacidad para atender a 40 más. Dispone de los servicios propios de un municipio rural gallego suficientes para su población, pero, para darle una correcta acogida, es necesario contar con una serie de servicios de los que carece.
Lo llamativo de esta negativa es que proviene precisamente de un intendente del mismo partido del Gobierno y Santos no elude el tema. En declaraciones a EL MUNDO explica: Tengo un Gobierno del mismo color político, pero soy alcalde y se lo debo a mis vecinos. Insiste en que tiene que mirar por el bienestar de la población que gobierna y que en este momento ese no es el mejor para mis vecinos.
Así, cree que el Gobierno debería buscar otra ubicación alternativa para alojarlos, preferiblemente en ciudades más grandes y preparadas para atender a un mayor número de personas. Si quieren hacer esto me parece muy bueno que lo hagan, pero esa gente tiene que irse a las capitales.
Fuentes consultadas por Europa Press aseguran que O PorríoMunicipio de Pontevedra regido por el PÁGINAS, ser el nuevo destino de los migrantes. Ni el Ayuntamiento, ni la Xunta, ni la Delegación del Gobierno confirman esta información.
Santos niega que se trate de una negación xenófoba. No es por racismo;
“No es por racismo”
“Quien conoce el ayuntamiento de Sobrado sabe que nos pueden acusar de cualquier cosa menos de racistas”, aclara Lisandro Santos, que presume de gobernar un pueblo en el que no sólo el Ejecutivo es sensible a la crisis migratoria, sino también “los vecinos”. Se desviven por todo aquel que viene al ayuntamiento. Las puertas están abiertas para todos”.
La cuestión es que en este caso, esta medida adoptada por el Ejecutivo socialista para aliviar la presión de las llegadas masivas de inmigrantes a la costa canaria en las últimas semanas supone trasladar a Sobrado dos Monxes “a un número de personas a las que no pudimos dar el servicio se lo merecen.”
Ésa es la principal diferencia con los 14 ciudadanos afganos acogidos hace dos años, de quienes asegura están “encantados de haberles acogido”. En su caso, llegaron por etapas, con tiempo para preparar su recepción, “no llegaron todos a la vez”.
En Galicia se espera la llegada de algo más de 400 inmigrantes, de los cuales unos 40 ya han llegado a Vigo y Coruña. El resto, además de los 40 de Sobrado, se quedarán en Sanxenxo, localidad que en los últimos días se ha mostrado muy crítica con la gestión del Gobierno. Como también hizo la Xunta de Galicia, el alcalde popular de Sangenjo, Telmo MartínHabla de “oscurantismo” y “falta de transparencia”.
Este no es el caso de Lisandro Santos. “No critico la falta de información”, aseguró a EL MUNDO. Según explica, hace dos semanas habló con la ONG que se encargaría del traslado y gestión de los inmigrantes y le dije que la cantidad me parecía demasiado elevada y la semana pasada el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, Lo llamé personalmente para informarle de la llegada. Le informé de su negativa y, desde entonces, no han vuelto a contactar con él y supone que el traslado ha sido cancelado.
UNA COMUNIDAD SOLIDARIA
Pedro Blanco insistió este lunes, como ha hecho en los últimos días, en que, en cuanto tuvo conocimiento del traslado de los inmigrantes a Galicia, informó “inmediatamente” al presidente de la Xunta de Galicia. Alfonso Rueday los alcaldes involucrados. Desde entonces, esa comunicación continúa. “Estamos hablando”, dice.
El delegado del Gobierno recuerda que esta crisis migratoria es “un tema muy importante al que hay que dar respuesta” y se muestra convencido de que todas las críticas de los últimos días son “ruido” que no se corresponde con el sentir de los gallegos. “En Galicia el 99% somos gente solidaria y estamos dispuestas a colaborar. Hay un 1% que piensa diferente”.