El ‘número 3’ socialista, Santos Cerdán, rehabilita al expresidente de la Generalitat y deja entrever un inminente pacto de investidura
Un paso más. La evidencia de que la amnistía ya es algo cerrado. Negro sobre blanco a falta de que se publique la letra pequeña. Y, por tanto, también la investidura de Pedro Sánchez. El sábado fue el abrazo de perdón del líder del PSOE a los implicados en el proceso. Apenas 48 horas después, la rehabilitación del prófugo Carlos Puigdemont. Visita a Bruselas y encuentro. Ya no es un enviado ni el escudo de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz. Es el PSOE el que ya se sienta con el expresidente catalán. Las pantallas se suceden. Los pasos se entrelazan. La amnistía y la investidura son cuestión de horas. La Moncloa quiere que la semana del 6 al 10 de noviembre se haga realidad, con una posible votación que elija a Sánchez el miércoles 8.
El PSOE legitima y restituye públicamente -ya estaba en la sombra- como interlocutor del expresidente de Cataluña que impulsó las leyes de desconexión, hizo una declaración unilateral de independencia efímera y huyó. El Secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, número tres de la formación, se reunió con Puigdemont en los despachos que los diputados de Juntos por Catalunya/Lliures por Europa tienen en el Parlamento Europeo. Una legitimación del político refugiado en Bruselas, como ya rehabilitó Pedro Sánchez Oriol Junqueras como interlocutor con una llamada telefónica horas antes de reunirse con el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufín.
El secretario general de Junts también ha asistido a la reunión de este lunes en Bruselas, Jordi Turullel presidente del grupo PSOE en el Parlamento Europeo, Iratxe García-Prezy el jefe de la delegación socialista en el Parlamento Europeo, Javier Moreno. La foto, incómoda para el PSOE, se produjo apenas unas horas antes de que hoy se celebre en el Congreso el histórico acto de jura de la Constitución de la Princesa Leonor.
La instantánea también muestra que las dos partes ya no están en condiciones de dar marcha atrás. Unos, porque van a Bruselas a buscar los 7 votos de un partido liderado por un prófugo de la Justicia; otros porque aceptan presentarse negociando con los representantes de un Estado que no reconocen y contra el que atacan. Un paso sin retorno.
Declaraciones concertadas
Tanto el PSOE como Junts enviaron comunicados concertados por separado, cada partido el suyo -no existe actualmente ningún documento con el logo de ambos- en los que sostuvieron que hubo buen ambiente en la reunión celebrada y que confirmaron que dichas negociaciones avanzan en la dirección correcta. Acordaron seguir hablando en los próximos días.
En las últimas semanas ha habido reuniones entre los negociadores del PSOE y los de Junts. En España, pero también en otros lugares. Siempre fuera del radar. Incógnito. Viajar en metro para pasar desapercibido. Mucha prudencia y precaución. Hacer pública la cita con Puigdemont anticipa ahora que el pacto es ya una realidad, tanto para la amnistía como para la investidura.
Desde Junts aseguraron que la foto con Puigdemont no era una línea roja, pero tampoco se le vio con malos ojos. En el PSOE, ni siquiera Pedro Sánchez descartó hablar con el prófugo de la Justicia. No se confirmó ni desmintió que habría una reunión, que enviarían a alguien. El líder socialista lo que hizo fue blindarse para no ser él quien tuviera que hacerse la foto. Se reunirá con los grupos parlamentarios del Congreso. Eso dejó a Oriol Junqueras, Arnaldo Otegi y Carles Puigdemont fuera de la ecuación. El desgaste de esa foto lo asumió su equipo, el partido, específicamente, uno de los negociadores: Santos Cerdón.
El PSOE no se pronunció pero sí lo hizo el 11 de octubre Jaime Asens, uno de los negociadores de Sumar, en una entrevista en TV3, donde ya adelantaba esta cita: Creo que sí. Creo que veremos a Santos Cerdán, el secretario general del PSOE, acudir al Parlamento Europeo cuando todo acabe, no antes.
El secretario de Organización es uno de los negociadores que ha mantenido el diálogo con Junts junto con Flix Bolaos, Ministro de la Presidencia. También es una de las personas que dialoga con el PNV y, sobre todo, con Bildu. De hecho, acompañó a Sánchez en las reuniones que mantuvo en el Congreso con Junts y Bildu. Es un hombre de confianza para Sánchez, que controla el aparato del partido. Su elección obedece a esa intención de proteger a Sánchez e intentar lanzar la imagen de que él es una cosa de partido, no de Gobierno. como el número dos del partido es María Jesús Monteroque también es ministro de Hacienda, Cerdán era la persona de mayor rango del partido que podía enviar el PSOE.
Cómodo en un segundo plano, y sin predilección por el protagonismo y los focos, Cerdón es también uno de los partidarios de la “normalización” de las relaciones con EH Bildu. Fue de los que siempre optó por el deshielo, manteniendo un canal de diálogo y comunicación. Fue él quien consiguió que Ferraz avalara la estrategia del socialista en 2019 Mara Chivite lograr el Gobierno de Navarra mediante una abstención en la formación de Arnaldo Otegi que ha sido reeditado cuatro años después.
Cuando Díaz se reunió con Puigdemont a principios de septiembre, La Moncloa protagonizó un distanciamiento con el vicepresidente segundo, desmarcándose y dejando ese encuentro en su ámbito y el de Sumar. Fuentes gubernamentales, sin embargo, explicaron desde entonces que todos los movimientos de Díaz eran conocidos en el complejo presidencial y se actuó de manera coordinada.
Las piezas del rompecabezas van encajando y Sánchez empieza a ver la imagen de su investidura, que quiere ser la próxima semana. El sábado abrazó la amnistía, señalando que todos en el PSOE la interpretaban como que el pacto con ERC y Junts estaba más que maduro. La militancia socialista vota hasta el sábado para dar carta blanca a su líder en las negociaciones. Y apenas unas horas antes de la foto con Puigdemont, Sánchez envió una carta a sus bases en la que defiende que la amnistía es el camino correcto para seguir avanzando en la convivencia.
En la carta argumenta la necesidad de alcanzar una mayoría más amplia que exige seguir avanzando en el reencuentro para superar las heridas aún abiertas derivadas de una crisis que, justifica, heredaron al llegar a La Moncloa.
Encuentro bajo la urna del 1-0
El encuentro se ha producido en un momento en el que Puigdemont ha recibido a otros políticos como Pere Aragons. Aunque no se aprecia en las fotografías enviadas por el PSOE, la sala está presidida por una gran imagen en la que una niña sostiene, aplaudida por el resto, una de las urnas que se utilizaron para celebrar el referéndum ilegal del 1-O. . En septiembre, el Parlamento Europeo eliminó esta imagen de una exposición en su sede.