La Junta prevé una inversión cercana a los 180 millones en el nuevo Plan Estratégico del Patrimonio Cultural


La Junta de Castilla y León contempla una inversión global de 180 millones de euros para ejecutar el Plan Estratégico del Patrimonio Cultural 2023-2026, de los que el Gobierno regional realizará una inversión directa de 130.033.986 euros (a través de la Dirección General de Patrimonio, fondos europeos y la aportación del Estado), mientras que los 50 millones restantes llegarán “en coordinación con otros directivos Patrimonio Cultural (propietarios, otras administraciones públicas, fundaciones, asociaciones, etc.)”.

Así consta en el borrador del plan, al que ha tenido acceso Ical, que está sujeto a información pública y ante el que se pueden presentar alegaciones hasta el próximo 30 de agosto. El documento, según ha anunciado el vicepresidente de la Junta, Juan García Gallardo el pasado mes de noviembre, se centra en la “gestión integral planificada, coordinación público-privada y colaboración entre los propietarios de los bienes”.

«Avanzamos hacia un nuevo modelo de gestión, que necesariamente debe estar orientado a la utilidad y rentabilidad de todos los elementos patrimoniales, de lo contrario volverán a caer en un estado de abandono y mala conservación. Con tanta riqueza histórica y patrimonial, necesitamos nutrirnos de este pasado para conseguir un nuevo impulso que nos permita ofrecer un futuro de prosperidad y esperanza a los castellanos y leoneses”, resumió entonces el vicepresidente, durante la presentación del estudio. ‘Base de datos digital sobre Caracterización de los monasterios y conventos de Castilla y León’.

El Plan contempla tres líneas estratégicas claras para conseguir un “cambio de modelo” de gestión “integral, sostenible y participativa”. El primero de ellos es aquel modelo de gestión integral que se basa en la triple P: “patrimonio, paisaje y campesinado (personas)”, el segundo sería la creación de un «ecosistema» que denominan ‘Red de Patrimonio Cultural’, que aglutinará una red de entidades que colaboran “activamente” en la gestión del patrimonio cultural, fomentando la “comunicación sectorial” con una planificación conjunta. Y el tercero y último es el proyecto ‘Patrimonio Cultural Digital’, que tiene como objetivo llevar a cabo la digitalización completa de los procesos y la promoción del patrimonio cultural a través de las nuevas tecnologías.

La optimización de los recursos será otra de las claves para llevar a buen término el proyecto, que pretende establecer una nueva dinámica en la relación con los ciudadanos, con el fin último de satisfacer sus “necesidades y expectativas”. Por ello, se pretende fomentar la “fidelización de los usuarios del patrimonio”, además de lograr una relación de “co-creación”, donde los destinatarios de las actuaciones, la Administración y los colaboradores trabajen juntos para crear “soluciones, productos y soluciones innovadoras”. servicios».“La gestión del patrimonio cultural no es sólo responsabilidad de las administraciones competentes y de los expertos, sino que también pertenece a la comunidad, que tiene un importante papel que jugar en su protección y promoción”, reflexionan.

Fortalezas y debilidades

El Plan pone en negro sobre blanco las debilidades y fortalezas del sector. En el primero alude a la falta de agilidad en algunos trámites administrativos, la dificultad para tomar decisiones inmediatas, la necesidad de renovar equipos o la necesidad de fomentar el espíritu innovador. También consideran un punto débil que el modelo actual se base en la “protección del propietario”, así como la limitación de recursos, ya que “no es una prioridad a nivel político y social”, y lamentan el “número reducido de directivos profesionales” que existe y la falta de coordinación intra e interadministrativa.

En cuanto a las fortalezas, aplauden la “gran calidad” del trabajo realizado en restauración y conservación preventiva, la existencia de un equipo de profesionales “consolidado”, la gran capacidad técnica de las empresas, el trabajo realizado a través del Plan PAHIS, que consideren “referencia nacional” o capacidad de generar valor económico. También alaban las buenas actuaciones conjuntas con otras administraciones e iniciativas sociales, la «gran concienciación sobre la importancia de conservar el patrimonio cultural.

Por otro lado, el informe destaca que el objetivo del Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte para el período que abarca el Plan es “convertir el patrimonio cultural en un verdadero factor de desarrollo económico”, dinamizando el sector en todas sus vertientes ( a nivel profesional, empresarial, económico y social), fomentando su digitalización, formación y profesionalización. Para conseguirlo, establecen una serie de planes de acción, que abarcan áreas como el marketing, los procesos, la I+D+i, la educación patrimonial, la accesibilidad, la digitalización, la cooperación o un Observatorio del Patrimonio Económico y Social que se base en ‘smart data’. , entre otros.

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