Además de Cercanas y déficit fiscal, la tercera carpeta de la negociación incluye la condonación de deuda, transferencias pendientes o gestión del ingreso mínimo vital
Como si fuera la prórroga de un partido de fútbol, Esquerra acelera la recta final de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, que en los últimos días han despegado y parecen estar cerca de su conclusión. Por tanto, después de haber firmado su pacto con el PSOE en amnistía y atribuir la inclusión en la medida de gracia de las causas judiciales contra Tsunami democrático y el CDR Con acusaciones de terrorismo, los republicanos aseguran que no se levantarán de la mesa antes de cerrar la tercera carpeta de sus demandas, a la que llaman “bienestar social”.
Un dia despues elecciones municipales En mayo, la convocatoria anticipada de elecciones generales tomó con el pie izquierdo a todos los partidos. Y a ERC, en particular, sin tiempo para haber digerido sus malos resultados en la 28-Mcuando perdió 300.000 votos respecto a las encuestas de 2019. La maquinaria republicana para el 23-J Empezó con un mensaje desde el primer minuto: el precio de su voto para facilitar la reelección del candidato socialista subiría.
Ya en plena campaña, el presidente de la Generalitat, Pere Aragónse encargó de precisar cuál será la inflación anunciada del Sí de sus diputados. A las dos principales demandas asociadas al proceso de soberanía, la autodeterminación y la amnistía, a las negociaciones con dos elementos nucleares se iba a añadir una tercera pata: completar la transferencia del servicio ferroviario de Cercano y revertir el déficit fiscal que el independentismo denuncia que Cataluña sufre desde hace décadas.
Los republicanos querían conceder a ambas cuestiones un estatus idéntico al de las otras dos carpetas. Y esto aumentó especialmente tras los resultados del 23-J, que dejaron Juntos en una posición pareja en cuanto a número de diputados (siete) pero de mayor relevancia al considerarse sus votos más caros que los de Esquerra, principal socio de Gobierno durante los últimos cuatro años.
Sabiendo que el posconvergente También plantearían como demandas la autodeterminación y la amnistía, ERC decidió redoblar su compromiso en cuestiones ligadas a la gestión. Un cambio de nivel respecto a la estrategia durante la pasada legislatura, en la que el Ejecutivo aragonés rechazó incluir en el mesa de dialogo este tipo de asuntos, que prefería relegar a las reuniones del comisión bilateral entre el Gobierno y la Generalitat.
Por muchas críticas que reciba por seguir una “política autonomista”, como la del secretario general de JxCat, Jordi Turull (“Hace tres años y medio que no estoy en prisión para hacer un frente común sobre Cercanas y la financiación”), ERC puso sobre la mesa varios puntos vinculados con las infraestructuras y la economía que considera tan importantes como los del proceso. A menos de un año y medio para las elecciones catalanas, las transferencias económicas ayudarán a facilitar la gestión de la Generalitat, que podría mostrar un mejor historial de servicio cuando lleguen las elecciones.
Críticas al ministro Montero
Percibir que la amnistía va por buen camino y asumir que la carpeta de autodeterminación será a costa de reformular la actual mesa de diálogo y abrirla a la participación de Junts, Cercanas y las políticas fiscales han ocupado la mayor parte de la puesta en escena republicana de enfriar el avance de las conversaciones. “Están verdes” y “no van bien”, repitieron la semana pasada los dirigentes del partido, poniendo al ministro de Finanzas en funciones como blanco de sus críticas. María Jesús Montero.
Encabezada por trenes y fiscalidad, la tercera carpeta incluye también el estudio de fórmulas de perdonar la deuda de Cataluña con la FLA (casi 72.000 millones) u otras cuestiones no menos menores, como aumentar el objetivo de déficit autonómico al 1%un factor vital para ganar oxígeno a la hora de elaborar los presupuestos de la Generalitat para el próximo año.
En estos tres meses posteriores al 23-J, el Gobierno ha allanado el camino para incrementar el volumen de reclamaciones. Una semana después de las elecciones publicó un informe basado en datos de 2021 que situaba a Cataluña como la tercera región que más ingresos tributarios aportaba al sistema de régimen común y la décima receptora de recursos distribuidos por el Estado. En septiembre, el Departamento de Economía calculó que el déficit fiscal para el año 2022 había sido 22.000 millones de euros, la mayor cifra registrada hasta el momento. Y, hace menos de un mes, el mismo consejero presentó un estudio que denunciaba que el Estado había ejecutado sólo la mitad de la inversión ferroviaria en Cataluña entre 2010 y 2021. La suma del incumplimiento, 3.600 millones, podría sentar las bases para la dotación. Presupuesto que ERC considera imprescindible recibir con el traspaso de Cercanas.
En el proceso postelectoral incluso ha aparecido una subcarpeta, la de exigir el cumplimiento de las transferencias e inversiones acordadas en el presupuestos generales del estadocomo el traspaso a la Generalitat de la gestión del ingreso minimo vital o el pago de deudas pendientes para la financiación del Mossos d’Esquadra y el proyecto digital y audiovisual Catalunya Media City.
El guante lanzado por el PSOE para fijar la pacto de investidura hacia un acuerdo más amplio sobre estabilidad parlamentaria ha sido adoptado por ERC para reclamar con más fuerza estos compromisos, que, si no hay tiempo material para canalizarlos antes de la investidura, tendrán su tiempo y espacio durante los próximos meses.