Diez días que lo cambian todo para el COB



El día 21 fue Justin Turner y el 31 Karamo Jawara. En diez días el COB ha perdido a sus jugadores más importantes, el máximo goleador y el que era más valorado, y afronta el próximo tramo de la temporada con la esperanza de las cuatro victorias ya conseguidas, pero con dudas de cómo competir teniendo para reinventarte. De nuevo.

Contra el Oviedo ya se vio que esas bajas limitan mucho la calidad del equipo, sobre todo ofensivamente, y con un partido a la vuelta de la esquina (el sábado contra el Fuenlabrada en el Pazo) el margen para “inventar” es mínimo. “Tenemos que aceptarlo y buscar soluciones. Lo primero es tener siempre una mentalidad positiva. Lo que pensábamos que podría ser un gran año, todavía puede serlo. Estamos 4-1 y creo que todos los habríamos fichado antes de empezar. Tenemos que pintarnos aún más la cara con los colores de la guerra y pedirle al Pazo que nos ayude aún más de lo que ya está”, afirma Félix Alonso. Y para la pizarra Afirma que “Kacinas ya jugó toda la pretemporada como ‘cuatro’ y lo ha hecho muchas veces en su carrera. Puede que perdamos presencia física cerca del aro, pero ganaremos versatilidad y amenaza exterior”. Y añade: “Salvo Radic y Gill a la vez, esta plantilla es muy polivalente y nos permite jugar con todas las combinaciones que queramos. Lo haremos”.

Jawara no puede caminar

El Lesión de Karamo Jawara Ha dejado al conjunto cobista muy tocado. Por el peso que tiene en el vestuario y en el juego y por la forma en la que se produjo.

Mediado el segundo cuarto, Félix Alonso pidió un tiempo muerto. Karamo Jawara estaba sentado justo frente a él, algo extraño porque tanto él como Mindaugas Kacinas prefieren estar de pie, incluso durante las conversaciones en el vestuario. “Tuve que notar algo para que se sentara. Usó su mano izquierda para impulsarse, hizo el gesto de levantarse y permaneció enraizado. Ni siquiera podía moverse”, recuerda el entrenador.

El resto del primer tiempo lo pasamos inmóvil en el banco y en el descanso salió de la cancha en silla de ruedas, que lo trasladó a una ambulancia donde le inyectaron antiinflamatorios para reducir el dolor.

Subirle al autobús ya era muy complicado. y a su llegada a Ourense el jugador tardó más de 15 minutos en bajarse. “Es difícil verlo así. Todos tenemos la imagen de Karamo como la de un guerrero y ni siquiera puede moverse. Ahora mismo me preocupa más como persona que como jugador. Vamos a ser cautelosos y esperar a tener una evaluación médica definitiva. Lo único importante es que se mejore lo antes posible”.

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